Lejos de aquel escenario de octubre de 2017, posterior a la legislativa en la que se impuso con más del 40% de los votos a nivel nacional, el Gobierno ya diseña la estrategia electoral para después de marzo. Y, aun en un contexto en el que la imagen presidencial sigue sin repuntar, en Casa Rosada son optimistas respecto a la intención de voto del Presidente para octubre, cuando se realicen las generales. Ese 40% logrado hace dos años, sin Mauricio Macri como candidato, creen que se puede repetir incluso si las elecciones fueran hoy, y que puede tener un rebote decisivo en las provincias, con el Presidente como bandera de la campaña de Cambiemos.
En Casa Rosada hay mesura pero, a la vez, satisfacción por estar cerrando un enero en el que el Gobierno, como hacía casi un año no lo lograba, recuperó el control de la agenda mediática. Las iniciativas relacionadas con justicia y seguridad planteadas en las últimas semanas permitieron que Macri se desenvuelva en el lugar que se siente más cómodo y que más rédito político le da: el de promotor de un discurso anticorrupción que lo distancia de sus antecesores y que su votante aplaude.
En Presidencia están convencidos de que los bajos niveles de imagen positiva del Presidente no se traducen en intención de voto. "Hay muchos críticos de algunos puntos de nuestra gestión que, no obstante, volverían a votarnos en caso de que persista la polarización con Cristina Kirchner", sostienen.
Por eso, ese tercio de apoyos que valoran las encuestas para Macri, podrían aumentar considerablemente en una primera vuelta, superando el 34,15% de 2015 y ubicándose cerca de ese 40% que, creen en Gobierno, Macri puede tocar en octubre si persiste el escenario actual.
Los más optimistas creen que si la economía da un signo sólido de recuperación y, sobre todo, la cosecha acompaña, alcanzar el 45% y, por consiguiente, una reelección en primera vuelta, no resulta utópico. "Faltan nueve meses, hay que cuidar la imagen positiva, pero también hay mucho por crecer", insisten en el oficialismo.
Todo análisis, sin embargo, va sujeto a condicionantes claves como qué candidato prevalecerá en la interna peronista, un posible desdoblamiento en la provincia de Buenos Aires (descartado en Casa Rosada por estas horas) y a cómo se desarrollen los primeros comicios provinciales del año y qué performances logrará Cambiemos. En ese sentido, hay confianza en que la imagen del Presidente traccionará votos para poder pelear la elección en distritos en los que Cambiemos necesita crecer, o incluso, aspira a ganar.
Las PASO en La Pampa del 27 de febrero y las generales de Neuquén del 10 de marzo serán los primeros objetivos de Cambiemos; la segunda, especialmente, ya que define gobernador y Horacio "Pechi" Quiroga se perfila con buenas posibilidades para competirle al dominante MPN. Tucumán y Santa Cruz son otras dos provincias que Cambiemos buscará arrebatarle al peronismo en 2019.
Aunque además de Buenos Aires, incluso adversas desde el resultado final, los dos grandes motores de la campaña de Cambiemos serán Córdoba y Santa Fe, donde el Gobierno espera crecer a nivel distrital, consciente de que poder dar el batacazo parece difícil, sobre todo en un escenario de desdoble: Córdoba, con Juan Schiaretti como favorito por Alternativa Federal, elige gobernador el 12 de mayo, y Santa Fe, con el socialista Antonio Bonfatti intentando volver a la gobernación, lo hará el 23 de junio. En las presidenciales, cree Macri y su gente, la performance de actual Jefe de Estado debería ser muy superadora en relación a la de quienes compitan por Cambiemos como candidatos a gobernadores.
Las provincias que ya gobierna Cambiemos marcan otro panorama, como Mendoza y Jujuy, que quieren desdoblar para evitar que la caída en la imagen presidencialarrastre la gestión de los radicales Alfredo Cornejo y Gerardo Morales en esas provincias. En Nación aseguran que todas las decisiones serán consensuadas, pero la línea general es evitar desdoblar para diferenciarse del histórico ABC del diccionario peronista y evitar caer en lo que internamente, Macri considera son artimañas electorales.
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