"Al final la oferta empresaria era mejor". Con esa ironía, uno de los líderes de la CGT se retiró ayer del Ministerio de Trabajo tras el fracaso de las deliberaciones del Consejo del Salario. En ese marco las cámaras empresarias propusieron elevar el salario mínimo, vital y móvil en un 20% en tres tramos hasta febrero de 2019 y la central obrera reclamó equiparar ese piso con el valor de la canasta básica, actualmente en $ 19.600. Ninguna de las dos propuestas prosperó y, por segundo año consecutivo, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, fijó en forma unilateral un incremento escalonado de 25%: el nuevo salario llegará así a $ 12.500, pero recién en junio del próximo año. Mientras tanto el piso escalará a $ 10.700 desde septiembre, a $ 11.300 en diciembre (totalizando para este año una mejora de 13%), llegará a $ 11.900 (suba de 6%) en marzo de 1019 y se completará el último 6% en junio.
El aumento fue anunciado por el Ministerio de Trabajo a través de un comunicado luego de que culminaran sin acuerdo las deliberaciones con los representantes empresarios y sindicales. Ese desenlace estaba cantado desde el martes cuando el ministro Jorge Triaca y el coordinador de la Jefatura de Gabinete, Mario Quintana, se reunieron con la mesa chica de la CGT para evaluar las perspectivas de negociación en el marco del Consejo del Salario y la central sindical confirmó el rechazo a la pretensión oficial de imponer una suba de 25%, tal como informó El Cronista. También ayer por la mañana, en la reunión previa al plenario del órgano tripartito Triaca ratificó la propuesta del Gobierno, con lo que quedó definido que no habría un aumento consensuado.
La cúpula cegetista, a la que también se sumaron los representantes de las dos CTA, no solo reprocharon el porcentaje de incremento del mínimo cuando la inflación anual proyectada supera el 30%, sino que también criticaron el escalonamiento por el cual recién en 10 meses se terminará aplicando la mejora. "Es un despropósito porque el sueldo mínimo impacta sobre todo en los sectores de más bajos recursos", advirtieron desde la conducción de la central obrera, que formalmente pidió equiparar el mínimo con el costo de la canasta básica que, según el Indec, actualmente alcanza a $ 19.600. "La ponderación social de los costos de vida en los hogares se mide con las canastas básicas alimentarias y totales, más allá de las diferencias en relación a su integración, no podemos omitir que resulta una referencia obligada a la hora de ponderar ingresos mínimos", indicó la entidad gremial en su propio comunicado.
Con la suba del salario mínimo, que determina los ingresos de los trabajadores fuera de convenio y es referencia para los sueldos del sector informal, se eleva automáticamente el piso salarial docente y el monto de los programas de empleo. Al completarse el aumento ambos ascenderán a $ 15.000 y a $ 6.250, respectivamente. Además, se incrementan los montos correspondientes al mínimo y máximo de la prestación por desempleo que serán de $ 2907 y $ 4652 a partir de junio de 2019.
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