Con precios regulados, tarifas congeladas y una brecha cambiaria histórica, que promedió el 120% en octubre, el INDEC anunció que la inflación minorista del décimo mes del año fue de 3,8%.
El rubro Alimentos y Bebidas tuvo el mayor incremento del año (4,8%), encabezado por la suba de productos estacionales (9,6%).
Y para lo que resta del año el cálculo continúa en la misma tendencia. Esta división lleva acumulado un 32,5%, y si se tiene en cuenta el desarme progresivo de algunos programas como Precios Máximos, la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, y la cifra que alcanzó en octubre, se estima que para 2020 alcancen con comodidad un avance superior al 40%.
En octubre hubo productos cuyos precios se actualizaron más de una vez en el mes: “En los relevamientos habituales, menos del 10% de los precios de los productos sube, pero en la segunda y tercera semana de octubre el 40% de los precios varió”, explicó Guido Lorenzo, director de la consultora LCG.
Las categorías de productos que más aumentaron fueron: verduras, legumbres, frutas, aceites, té, yogures y gaseosas. Si se analizan las variaciones interanuales, los productos que componen la canasta básica alimentaria experimentaron una suba promedio del 70%. En concreto, entre octubre de 2019 y octubre de 2020 la yerba aumentó un 75,7%, el azúcar y el arroz 70, 2% y los huevos 65, 9%, conforme al reporte de Focus Market.
Pero, ¿cuáles fueron los motivos? En el caso de los agroalimentos el factor de mayor peso que movió los precios fue la estacionalidad. Además, la sequía impulsó a la destrucción de frutas y verduras. Al disminuir la oferta por el fin de la temporada o cuestiones climáticas y aumentar la demanda, suben los precios.
En menor medida, influyó la cuestión logística. Por los controles y barreras en las provincias los productores regionales tuvieron problemas para consolidar las cargas de mercadería que se dirigen hacia el Mercado Central en Buenos Aires. “Hay mucha fruta y verdura perecedera que se arruinó o que quedó en los campos porque los camiones no llegan en tiempo y forma”, señaló Eduardo Rodríguez, director de Economías Regionales de CAME.
En cuanto a los alimentos de consumo masivo, en primer lugar, octubre estuvo caracterizado por una brecha cambiaria que superó el 100%. Como se explicó, más allá de que el INDEC no mide el traslado a precios por suba del dólar paralelo, en los relevamientos de consultoras privadas en esas dos semanas se registró una variación significativa de los precios.
Por la percepción de inestabilidad, otro impacto de la brecha fue el encarecimiento de aquellos insumos en dólares que no se consiguen a la cotización oficial y, por lo tanto, de costos, que causó falta de materiales y repuestos.
Hay que remarcar que los alimentos son bienes de demanda inelástica. Independientemente del nivel de ingreso de la población, al ser imprescindibles, el consumo se mantiene. Con el avance de la apertura y aumento de la demanda, comenzaron a evolucionar muchos precios que estaban contenidos. A esto se suma el exceso de liquidez: “Los pesos sobrantes impactan en el mercado de formación de precios”, afirma el analista Damián Di Pace.
Lo que viene
Uno de los aspectos a tener en cuenta para lo que resta del año es la liberación de más de 50 productos del programa Precios Máximos y la pronta finalización el próximo 31 de enero. A medida que salgan categorías los precios tenderán a subir. El abandono puede ser “gradual y ordenado” como prometió Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, mediante una expansión del programa Precios Cuidados que dependerá de acordar trimestralmente los precios, o bien con marcas que modifican el packaging y se liberan de tener que tener atado el precio.
En cuanto al descongelamiento de tarifas, el Presupuesto 2021 asume que deben subir al ritmo de la inflación, lo que generará suba de precios en sí mismo por el impacto los costos.
Con los productos navideños ya en las góndolas, habrá que prestar atención a dos aspectos distintos pero no necesariamente contrapuestos. Por un lado, a las habituales subas de las canastas navideñas y, por otro, al precio de la carne que cerró a la suba la semana pasada en el mercado de Liniers y empezará a verse el efecto esta semana en las carnicerías.
Esta semana el INDEC anunciará el índice de precios mayoristas (IPIM) de octubre que suele anticipar lo que sucederá en el minorista del próximo mes, es decir, noviembre. Según estimaciones de consultoras privadas estará por encima del 4% con respecto a septiembre.
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