La Administración Pública Nacional registró en agosto un superávit primario de $ 119.803 millones y un superávit financiero de $ 110.012 millones en Base Devengado, según el Análisis de Ejecución Presupuestaria de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
No obstante, la mejora se explica exclusivamente por la transferencia de utilidades del Banco Central (BCRA) al Tesoro Nacional por $ 127.000 millones el pasado 20 de agosto.
Ese día, en plena crisis cambiaria pos-electoral y derrumbe de los bonos argentinos, el Gobierno canceló un préstamo con bancos extranjeros por u$s 2639 millones.
Como tenía las divisas guardadas en el BCRA, la institución conducida por Guido Sandleris tuvo que transferir al Tesoro los pesos necesarios para la operación.
El pago de los "repo", sin embargo, no tuvo efecto de expansión monetaria, ya que hubo una contracción similar por la venta neta de divisas.
Por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el BCRA tiene prohibido financiar al Tesoro, como sucedió hasta 2017, para evitar expandir la base monetaria y eliminar la fuente primaria de la inflación.
Sobre esto hizo una bandera de su gestión el ex presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, quien recientemente se mostró crítico de la decisión del Gobierno de cambiar las metas de inflación el 28 de diciembre de 2017.
De esta manera, el superávit primario explicado contablemente solo por el pago de los "repo" se transformaría en un déficit primario de $ 7197 millones. El dato oficial lo notificará en los próximos días el Ministerio de Hacienda.
Con todo, en agosto los recursos totales registraron la mayor tasa de expansión en lo que va del año (115,1%), mientras que gastos cayeron en términos reales por décimo mes consecutivo; la suba en términos nominales fue de 37,5% interanual.
En el acumulado del año, el superávit primario alcanzó los $ 299,265 millones, al tiempo que el déficit financiero quedó al término de agosto en $ 216.631 millones.
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