La crisis económica golpeó al sector del acero en el país y este año terminará con una producción de entre un 10 y un 15% más baja que la de 2018. En medio de este contexto, Ternium, la empresa productora de aceros planos del Grupo Techint, debió adoptar un esquema "más conservador" que el previsto originalmente y recortó las inversiones que iba a realizar para ampliar su capacidad.
"No hubo cambio de planes, pero la crisis nos obliga a ponernos a ponernos del lado más conservador. Mantuvimos inversiones en materia ambiental y otras que suman un total de u$s 70 millones, pero tuvimos que frenar las que están relacionadas con capacidad", explicó Martín Berardi, director general de Ternium Argentina durante una conferencia de prensa realizada al final del Congreso de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).
El ejecutivo destacó que, para la industria, este fue un año difícil y que el sector ya vaticina que el año próximo será de transición, con lo que el panorama aún no está del todo claro. Además, agregó que la producción de acero en la Argentina está muy atada al movimiento de la economía.
"Hay países de la región, como México, que todavía tienen espacio suficiente para la sustitución de importaciones de acero. Nosotros, en la Argentina, crecemos más cuando crece el país", dijo Berardi.
Poco antes, en un panel que reunió a seis CEO de compañías del sector, se habían planteado los desafíos de la industria. Allí, el CEO global de Ternium, Máximo Vedoya, había detallado que, tanto en la región como en la Argentina, la producción de acero es competitiva. Sin embargo, aún resta lograr mayor eficiencia en los costos logísticos y disminuir las cargas impositivas.
En ese sentido, aseguró que la principal competencia para el acero fabricado en América latina es China, que hoy cuenta con amplios subsidios a su producción.
"Somos mucho más competitivos que China. Pero en la Argentina tenemos una logística cara y una carga impositiva muy grande. Hay que trabajar sobre estos aspectos", expresó Vedoya y destacó que Brasil es el país de la región que está más avanzado en el camino de una reforma tributaria que permita corregir las asimetrías que existen entre distintos sectores de la economía.
Además, dijo que el país podría adoptar una postura similar a la de la India, que introdujo reformas para atraer inversiones, en medio de la guerra comercial entre China y los Estados Unidos.
"Deberíamos pensar en lo mismo. Hay muchas potencialidades para integrar la producción de acero a la cadena de valor de la energía, por ejemplo. Y tenemos por delante el proyecto para llevar el gas de Vaca Muerta a Brasil, hay mucho por delante", afirmó Vedoya.
4,8 millones de toneladas es la previsión de consumo de acero crudo en la Argentina en 2019
El otro vector que la industria debería empezar a usar como promotor de sus ventas en el mundo está relacionado con la matriz energética usada para la producción en la región. Por cada tonelada de acero latinoamericana se emiten 1,6 toneladas de dióxido de carbono. El número se encuentra por debajo del promedio mundial de 1,8 millones de toneladas y es un 30% menor que las 2,3 millones de toneladas en China.
"Tenemos que empezar a promocionar la producción desde este punto de vista", concluyó Vedoya.
Tu opinión enriquece este artículo: