En un intento por recomponer parte de la caída del poder adquisitivo de los asalariados y ante la necesidad de reactivar el consumo, el Gobierno y el empresariado estarán inyectando a fin de año un aproximado de $ 186.134 millones en la economía, si se toman en cuenta los bonos previstos para AUH y el sector privado, junto con el cobro de aguinaldo del sector público y privado, de acuerdo con cálculos privados recogidos por El Cronista.
Para evitar un desborde de las paritarias, el Gobierno, los empresarios y la CGT cerrarán el pago de un bono de fin de año de $ 5000 que tendrá carácter obligatorioy será general para los trabajadores del sector privado. El cálculo contempla que, si se confirman esas cifras, aplicados a los 6,2 millones de empleados formales anotados por el SIPA en agosto (excluidos los monotributistas y autónomos), estos recibirán más de $ 31.000 millones en diciembre, según confirmó Nuria Susmel, economista de FIEL.
A esta potencial medida, se le suma el pago extraordinario de $ 1500 para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que el Gobierno ya había confirmado en septiembre. El bono negociado por la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, implicaría que los 3,8 millones de chicos que engloba el programa reciban $ 5700 millones, adicionales al ajuste por inflación de 7,8% que regirá en ese mes por la fórmula de movilidad.
Además, en el último mes del año, más de 9,3 millones de empleados que conforman al sector público y privado, y que tienen, según los datos a agosto del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, un sueldo promedio de $ 32.000, van a recibir casi $ 150.000 millones en concepto de aguinaldo.
Los gremios aeronáuticos paralizan las operaciones en Aeroparque, Ezeiza y en los aeropuertos del interior del país. Reclaman el pago de la cláusula gatillo.
Por estos tres canales, la inyección "extra" que recaerá en la economía para consumo en un contexto recesivo será de $ 186.434 millones, que tiene una magnitud de más de 1,5% del PBI previsto para 2018. Cabe aclarar que este ingreso no incluye un pago compensatorio que el ANSeS aún no confirmó para jubilados y pensionados ni el bono de fin de año que negocian las provincias, que se espera que irá entre los 0 y $10.000, según la jurisdicción que se tome en cuenta.
Este conjunto de acciones no solo recuerda al pago del bono de $ 200 que el ex presidente Eduardo Duhalde impuso en 2002, sino a las tomadas durante el gobierno de Cristina Kirchner para impulsar el consumo, como el bono a jubilados y la exención del pago de Ganancias de aguinaldos, ambas equiparables a una magnitud cercana a un punto del PBI.
"Eximir del pago de Ganancias era una magnitud que llegaba a medio punto del producto, pero estaba orientada a sectores muy particulares. Esto está dispersado y va a tener más impacto: va a hacer que la actividad en el último mes del año recupere lo perdido durante el mes de septiembre", advirtió Lorenzo.
"Esto compensa en forma parcial la fuerte pérdida de poder adquisitivo de los últimos meses. En el caso de aguinaldos y el bono a privados, se orientan a sectores medios que son los que sintieron la mayor parte del ajuste, ya que no califican para la tarifa social de servicios públicos y cuyas paritarias fueron por debajo de la fórmula de movilidad que actualiza a los programas sociales", dijo Martín Vauthier, director de EcoGo.
Con este ingreso, el Gobierno busca un repunte del consumo sin tener que acudir a aumentar el gasto público en forma excesiva, dada la restricción de déficit cero que tiene para 2019. Queda entonces por definirse si la Anses otorgará un bono a fin de año para los jubilados.
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