El Banco Central (BCRA) logró revertir la tendencia de las reservas tras la puesta en marcha del cepo cambiario más estricto, que le permitió comprar dólares en el mercado. En ese contexto, los analistas esperan que Alberto Fernández asuma con reservas netas por encima de los u$s 12.000 millones.
Desde el 28 de octubre, el BCRA compró unos u$s 2300 millones. Las reservas brutas cerraron este lunes en u$s 43.691 millones, u$s 140 millones por encima del viernes previo a las elecciones presidenciales. Los analistas coinciden en que el organismo continuará adquiriendo dólares aunque es difícil anticipar el monto.
No obstante, estiman que las reservas netas (aquellas que el BCRA puede usar efectivamente si quisiera vender dólares en el mercado) llegarán al recambio presidencial por encima de los u$s 12.000 millones. Esto marca un cambio importante con respecto a 2015, cuando Mauricio Macri asumió con u$s 24.862 millones en las arcas del BCRA, que se traducían en niveles prácticamente nulos de reservas netas.
En Seido, precisamente, aumentaron de u$s 10.000 a u$s 12.000 millones su proyección de reservas brutas para diciembre porque consideraron que "el control de capitales va a mitigar la pérdida de reservas en el resto del año" junto con "mayores compras del BCRA financiadas por emisión monetaria". En esa línea, Gabriel Zelpo, economista de la consultora, explicó que mucho de lo que adquiere el BCRA termina saliendo por pagos de deuda.
Si mantiene las compras al ritmo actual, el Banco Central podría sumar u$s 1600 millones hasta el cambio de mandato
"En promedio, el BCRA viene comprando un tercio del volumen operado en el mercado, que se mantiene estable alrededor de los u$s 400 millones. En las 10 ruedas que quedan, podemos calcular que compraría unos u$s 1600 millones más, que se sumarían a las reservas brutas", apuntó Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma. El economista agregó que, al descontar los pagos de deuda, la reservas netas llegarían al cambio de gobierno en la zona de los u$s 12.500 millones.
Matías Rajnerman, de Ecolatina, hizo una estimación un poco más optimista que sus colegas. "Contando al reforzamiento del FMI al Tesoro (los dólares que en principio no se podían usar), las reservas netas estarán entre u$s 14.000 y u$s 15.000 millones. Teniendo en cuenta que el año que viene vencen alrededor de u$s 20.000 millones con el sector privado y que los mercados de crédito van a seguir cerrados en el corto plazo, es un número bajo", dijo.
La contracara de la compra de reservas es la inyección de pesos. "Si todo sigue igual, probablemente compre unos u$s 1600 millones adicionales hasta fin de año, lo que implica una expansión de la base monetaria de aproximadamente $ 100.000 millones", resumió Mariela Díaz Romero, de Econviews, que prevé u$s 13.000 millones de reservas netas hacia diciembre.
Caamaño, en tanto, comentó que, por ahora, la expansión monetaria no está subiendo el circulante de pesos porque va a depósitos y encajes. "En menos de 20 días las empresas tienen necesidades de caja grandes por los pagos de aguinaldo. Eso probablemente vaya a plazos fijos o a colocaciones más cortas (money market). Habrá que ver qué hacen con esos pesos las personas físicas cuando cobren el aguinaldo: si van a los tipos de cambio paralelos y suben brecha o se destinan a bienes y presionan a precios al alza", indicó.
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