Luego de tres semanas con la fábrica paralizada por la falta de pago a proveedores radicados en el exterior, lo que produjo la suspensión en el envío de insumos para producir, General Motors anunció que retomará su actividad el próximo lunes 30 de octubre.
"General Motors Argentina informa que ha logrado avances parciales con sus proveedores cuyos pagos al exterior siguen demorados. No obstante, la compañía está en condiciones de retomar la producción industrial en su planta de Alvear, provincia de Santa Fe, a partir del próximo 30 de octubre. GM reitera su compromiso con el crecimiento económico e industrial con valor agregado para el país" sostuvo la automotriz en una declaración.
La planta, donde actualmente se producen el Cruze y Tracker, estaba paralizada desde el 10 de este mes, cuando la filial local de la automotriz estadounidense comunicó que, como consecuencia de la restricción al acceso a dólares que dispuso el Banco Central y al no recibir los pagos correspondientes, los autopartistas radicados en el exterior cortaron los suministros.
"GM Argentina informa que continúa trabajando para recomponer la cadena de suministro de varios de los proveedores que han suspendido el envío de piezas con motivo de la falta de pagos al exterior", anunció la empresa en ese entonces.
La planta de Alvear tiene 25 años en el país. Allí trabajan más de 1300 empleados directos -quedaron suspendidos por esta dificultad- y, al menos, 2000 indirectos, donde se fabrican los modelos Tracker y Cruze -que está a pocos meses de discontinuarse, anunciado para diciembre de 2023-. Hasta el año pasado se fabricaron más de 1,6 millones de vehículos y se exportaron más de 950.000 unidades a más de 10 destinos en el mundo.
La principal apuesta de la automotriz estadounidense es el Chevrolet Tracker, el SUV más vendido de la Argentina en 2023, que ya lleva 9563 patentamientos entre enero y septiembre, de acuerdo con datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara). El modelo se exporta, principalmente, a Brasil -donde no logra satisfacer la demanda con producción local (también se fabrica allí)- y a Colombia.
General Motors no es la única automotriz que tuvo que frenar su producción por falta de insumos. El mes pasado, Peugeot se vio obligada a poner un parate en su fábrica de El Palomar porque, en ese entonces, no ingresaban parabrisas al país. Se suman también a la lista Renault, Nissan y Volkswagen.
Dólar auto y la duda del sector
Semanas atrás, en medio del salto del dólar paralelo -superó la barrera de los $ 1000-, y con el objetivo de ampliar la oferta de divisas los días previos a las elecciones generales, el ministro de Economía, Sergio Massa, ofreció a las automotrices un tipo de cambio diferencial, a cambio de una liquidación anticipada de sus exportaciones.
El esquema es similar al que el titular del Palacio de Hacienda anunció hace unas semanas para la industria petrolera. El incentivo -que el Gobierno oficializó la semana pasada- habilita a las terminales a liquidar un 25% de sus exportaciones a la cotización del contado con liquidación (CCL), -ronda los $ 977- el dólar financiero que utilizan las empresas para saldar importaciones y cumplir con otros pagos en el exterior. El 75% restante seguiría siendo al valor del oficial ($ 365), lo que arroja un tipo de cambio más favorable, que ronda los $500.
La resolución, -vigente hasta el 20 de octubre- incluye las exportaciones de vehículos comerciales, para turismo y transporte de mercancías, aunque comprende también las autopartes.
No obstante, la medida no fue bien vista por los fabricantes, que consideraron que el principal problema que tiene el sector no es el tipo de cambio para exportar, sino para los pagos en el exterior.
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