La UCA publicó que la pobreza alcanza el 33,6% e incomoda al Gobierno, ya que el presidente Mauricio Macri había puesto como vara que evalúen su mandato según la baja de ese indicador. Además, el Indec difundió que la inflación de noviembre fue de 3,2% y desde Cambiemos buscan apelar a las expectativas mientras reforzarán la campaña con una matriz por fuera de la agenda macroeconómica.
"Si cuando finalice mi gestión no bajó la pobreza, habré fracasado", fue la frase que Macri deberá responder de cara a las elecciones de 2019. Ese escenario parece inevitable si se tiene en cuenta el dato que publicó ayer la UCR. El índice de pobreza afecta al 33,6% de la población argentina, la cifra más alta en la última década y equivalente a 13.600.000 personas, 2,2 millones más que un año atrás, según el informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina correspondiente al tercer trimestre.
En el Gobierno buscan minimizarlo y hasta consideran que les termina haciendo un favor. Es que esperan que el Indec, en marzo, publique una suba de la pobreza que supere el 27,3% del primer semestre de 2018. "Va a ser más alta pero no va a llegar a los 33 que fijó la UCA", comentaron en el oficialismo.
A su vez, en el Ministerio de Desarrollo Social evitaron confrontar con el informe de la universidad católica, con fuertes vínculos con el Papa Francisco. Sólo recordaron lo que dijo la ministra Carolina Stanley un año atrás. "Más allá de que el Observatorio (de la Deuda Social de la UCA) siga realizando estos estudios que venía realizando hace años, algo pasó en la Argentina, que fue volver a poner en su lugar al Indec y llevar adelante una medición seria", había minimizado la funcionaria. En esa línea, el diputado Fernando Iglesias publicó ayer: "Los datos UCA estaban bien cuando no había otra cosa. Yo voy a esperar los datos del Indec, ahora que los tenemos".
Ante el aumento de la pobreza, la estrategia del Gobierno fue mantener que estarán presentes en el territorio. "Tenemos que estar cerca de la gente", afirmó Macri ayer en la reunión de gabinete ampliado, en el Centro Cultural Kirchner. "Superamos el tiempo en el que los argentinos teníamos que resignarnos a que nunca íbamos a tener asfalto, cloacas, agua potable o la posibilidad de terminar la escuela que permita la inclusión", agregó el Presidente. El desarrollo de obras en los barrios son la carta que piensan mostrar.
De hecho, esa frase de Macri no es ingenua. En el oficialismo, ante la suba de pobreza, plantearon que no habría que medirla sólo por los ingresos sino que también a través de un relevamiento multidimensional que incluye acceso a agua potable, pavimentación, acceso a servicios básicos. Pero ni ese enfoque ayudaría al Gobierno. El Cronista publicó la última semana la medición multidimensional de Unicef que indica que la pobreza en Argentina llega al 38% de la población. Este indicador considera las dimensiones que vulneran los derechos de la infancia y la adolescencia: educación, protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, acceso al agua segura y un hábitat seguro.
El Gobierno recibió ayer otro revés económico. La inflación de noviembre fue del 3,2% y acumuló en lo que va del año un alza del 43,9%, según informó esta tarde el Indec. La suba de precios ya le sacó más de diez puntos al escenario adverso que había planteado el FMI en julio, antes de la crisis cambiaria. Desde Casa Rosada igual buscan el enfoque optimista al resaltar que ya van dos meses seguidos con baja en las expectativas de inflación a 12 meses que mide el Banco Central.
En el Gobierno reconocen que para 2019 un sector les va a dar la espalda por los resultados económicos. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, dos semanas atrás dijo en un acto de IDEA que van a tener el respaldo de otro sector que "independientemente de las dificultades económicas, sienten identificación con las transformaciones que se han hecho, con este Gobierno".
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