Después de una semana en Estados Unidos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, empieza a armar la gira por Europa que comenzará el lunes 12 de abril en Berlín, seguirá por Roma, Madrid y terminará el viernes 16 en París. Allí, buscará apoyo de los representantes de los gobiernos del viejo continente para alcanzar un nuevo acuerdo con el FMI y para renegociar la deuda con el Club de París, al que la Argentina le debe pagar u$s 2400 millones a fines de mayo.
El objetivo del viaje, según indicaron desde Economía, es "construir entendimientos sobre lo que la Argentina necesita para estabilizar su economía. El objetivo es conseguir los apoyos necesarios de los accionistas del FMI, especialmente del G7 y G20, para concretar un programa que le sirva a la Argentina". Las reuniones serán con sus pares de Finanzas y Hacienda y representantes del sector privado.
La deuda con el Club de París vence el 30 de mayo, pero tiene 60 días de plazo para completar el desembolso. Sumado a los vencimientos con el Fondo Monetario este año y otros organismos multilaterales, los pagos suman u$s 7000 millones este año. El Gobierno planteó la necesidad de revisar las tasas que se pagan con el Club de París y renegociar los vencimientos. El grupo está compuesto por 22 acreedores que definen por unanimidad.
"La misma institución dejó trascender que aceptaría refinanciar la deuda si Argentina tenía sobre la mesa un acuerdo firmado con el FMI. El Club de París no tiene status de organismo internacional, por lo que, dentro de los 60 días posteriores a un incumplimiento, puede disponer del anuncio de default por parte de Argentina", señala un informe de la consultora LCG.
"Entendemos que se trata de algo poco probable dado el bajo peso que tiene esa deuda en la representación de los países que lo componen. Menos aún, cuando el espíritu del Club de París es justamente encontrar alternativas de pago para países con dificultades financieras", aclararon los economistas. En ese contexto, "la voluntad de pago parecería ser más importante que la capacidad", advierten. Si Argentina logra "mostrar que mantiene negociaciones concretas con el FMI, que existe el compromiso de llegar a un acuerdo, no suena descabellado pensar que la deuda será refinanciada", remarcó la consultora que dirige Guido Lorenzo.
En una reunión con el FMI y el Banco Mundial, entre otros, la semana pasada, el director del Club de París, Emmanuel Moulin, señaló que el rol del organismo es "ser pragmático y flexible para proveer soluciones a medida para problemas de deuda. Es el principal foro para reestructurar deuda bilateral" y remarcó que tener un programa con el FMI suele ser un requisito.
Los interlocutores son los mismos: el apoyo del G7 y G20 que detalla Economía permite cubrir a los principales acreedores. Ayer, en una reunión organizada por Naciones Unidas, Canadá y Jamaica, el presidente Alberto Fernández volvió a pedir que se generen condiciones para crecer antes de pagar y agregó que hay que sumar a los países de ingresos medios a las discusiones de deuda.
"ROLLOVER" CON EL FONDO
En ese marco, hubo propuestas desde los organismos internacionales que participaron de ese encuentro de extender la Iniciativa de Suspensión de Servicios de Deuda del G20 y el Club de París a los países medianos. Esta medida dejó sin efecto el pago intereses para los países de menores ingresos (IDA) el año pasado por u$s 5000 millones y se busca extenderla a 2021.
De la deuda pública externa, más de un 20% corresponde al endeudamiento con el FMI y menos de un 3% con el Club de París. Fernández apoyó ayer la distribución de Derechos Especiales de Giro que el FMI realizará con la ampliación de sus reservas en u$s 650.000 millones. Eso implica que a la Argentina llegarán u$s 4.354 millones. "Eso le permitiría hacer frente a los dos pagos que debe realizar al FMI por u$s 1.900 millones en septiembre y diciembre. Podrá incluso posponer la negociación, que esta vez tendrá que pasar por el Congreso", agregaron en LCG.
"No es más que un rollover de deuda: los DEG se contabilizan como un crédito en el Banco Central. En el fondo es festejar que el FMI nos permita demorar el pago de la deuda por este año. Algo que políticamente sí es relevante, pero no hace a la sostenibilidad de la deuda", remarcaron los economistas.
PATRICIA VALLI - Subeditora de Economía y Política
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