Por quinto mes consecutivo, en julio la utilización de la capacidad instalada (UCI) industrial se contrajo en comparación al mismo mes de 2019 y refleja de la situación compleja que atraviesan la mayoría de los sectores manufactureros.
En gran medida por las restricciones a operar impuestas por la pandemia de coronavirus, pero también por la recesión que ya supera los dos años, la industria trabajó en julio al 56,8% de su potencial, casi dos puntos porcentuales menos que los 58,7% que registró el mismo mes del año anterior.
Diez de las doce ramas de actividad relevadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) tuvieron caídas interanuales, dando cuenta del impacto generalizado del Covid en el nivel de actividad.
Sólo se movieron en terreno positivo las sustancias y productos químicos, un sector que ya está produciendo en niveles incluso superior a la pre pandemia, y la producción de tabaco. El otro rubro con dato positivo aunque marginal fue minerales no metálicos, que incluye cemento portland, con una utilización de 67,5% frente a 67,2% el año anterior.
En el caso de los productos y sustancias químicas, la utilización de la capacidad instalada llegó a 68,7%, un salto importante frente al 47,5% que registró el bloque el año pasado. El Indec destaca el nivel de producción en las plantas de productos químicos básicos, materias primas plásticas y caucho sintético, así como la fabricación de jabones y productos de limpieza.
Este desempeño está en línea con el último informe de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP), que esta semana reveló que en julio hubo un crecimiento del 25% en la producción, mientras que las ventas locales subieron un 8% y las exportaciones se dispararon nada menos que 51%.
En cuanto al tabaco, utilizó el 79,5% de su potencial de producción, superando holgadamente el 68,9% de 2019, debido a la "recomposición de la oferta productiva", apunta el Indec, luego de que las plantas de fabricación de cigarrillos estuvieron paralizadas en abril.
La mayor caída en el potencial productivo se registró en industrias metálicas básicas (61% vs 79,3% en 2019). La respuesta hay que buscarla en los datos de la Cámara Argentina del Acero que para el séptimo mes del año reportó una caída de la producción de acero crudo del 22,2% en términos interanuales.
Por su parte, la refinación de petróleo terminó el mes con una utilización de capacidad instalada de 68,1%, siete puntos porcentuales menos que el año pasado, mientras que la producción textil trabajó al 43,1% de sus posibilidades, bastante menos que doce meses antes, cuando había llegado a 60,6%.
En alimentos y bebidas la UCI se ubicó en 59,5%, unos puntos menos en términos interanuales, lo mismo que la metalmecánica, que cerró en 44,6% frente a 48,5% de 2019.
Por su parte, la industria automotriz utilizó el 29,8%, en línea con el desempeño del año pasado. Aquí se combinan, por un lado, la caída de producción en el marco de la pandemia pero también la ampliación de la capacidad de producción por la radicación local de nuevos modelos por parte de varias terminales.
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