Una de las herencias que deja el gobierno de Mauricio Macri es la reforma impositiva, una contracción coordinada de la carga tributaria entre Nación y provincias aprobada por el Congreso en diciembre de 2017 entre las que destaca el pacto fiscal entre Nación y provincias. Varios de sus artículos programados para instrumentarse en 2020 podrían oxigenar la actividad económica, considera el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), pero advierte el riesgo de que la próxima administración kirchnerista suspenda la baja prevista.
Se trata de un paquete de alivio tributario que acordaron la administración provincial y los gobernadores luego de las elecciones legislativas de octubre de 2017. El acuerdo buscaba eliminar o reducir, gradualmente, los impuestos más distorsivos, como Ingresos Brutos y sellos, además de una baja en las alícuotas de Ganancias para sociedades.
La instrumentación de la baja de impuestos, configurada en un programa gradual de 2020 a 2022, actuaría de manera contracíclica en el contexto recesivo actual, resalta el Iaraf, y brindaría oxígeno a muchas actividades económicas para revertir la fase recesiva del ciclo.
No obstante, en un año con dificultades de financiamiento del gasto y profunda recesión existe el riesgo de que se suspenda esta primera etapa de la baja de impuestos, advirtió en su informe el Iaraf. Las alarmas se encienden teniendo en cuenta que los diputados y senadores del kirchnerismo votaron en contra del proyecto, que de todas maneras terminó convirtiéndose en ley en diciembre de 2017, y las insinuaciones del próximo gobierno de una política fiscal expansiva para robustecer el gasto previsional, que significaría un incremento del déficit de 1,8 puntos del PBI adicionales.
Fuente: Iaraf
"Ante la situación fiscal nacional y provincial actuales, caracterizadas por niveles de déficit fiscal no muy distintos a los del año 2015, surge la posibilidad que se suspenda la baja de impuestos prevista para 2020. La suba de impuestos ya existentes o la creación de nuevos tributos, casi siempre con carácter transitorio, son los caminos habituales cuando faltan recursos fiscales en nuestro país", resaltó el Iaraf.
En ese sentido, el informe advierte que el consiguiente cambio de reglas de juego que implicaría la suspensión de la baja de impuestos generaría un impacto negativo para aquellas actividades revitalizadas y apuntaladas a partir de las expectativas tributarias y la rentabilidad esperada para cuando se pusiera en vigencia, lo que golpearía más al empleo privado formal.
Qué impuestos bajarían en 2020
La reducción de la carga tributaria que contempla el Pacto Fiscal está programada para instrumentarse durante el trienio entre 2020 y 2022. Según la ley y normas adicionales que respaldan al acuerdo entre Nación y provincias, el año que viene deberían contraerse las alícuotas en seis tributos.
Fuente: Iaraf
- La alícuota del impuesto a las Ganancias para las Sociedades deberá bajar del 30% al 25% para las utilidades no distribuidas en 2020.
- Las contribuciones patronales al régimen previsional se podrán detraer un 60% de un mínimo no imponible creado por la reforma tributaria, que comenzó en $ 12.000 con ajuste por inflación. Hasta este año, la proporción computable es del 40% de esa cifra. En 2021 sería de 80% y a partir de 2022, de 100%.
- Una legislación complementaria a la Ley de Reforma Tributaria autorizó que se incrementara 20% por año la proporción del impuesto al cheque pagable a cuenta de Ganancias para empresas medianas y grandes. Las micro y pequeñas empresas ya lo podían computar totalmente. En 2018 se cumplió lo pautado, sin embargo, por las necesidades fiscales en 2019 el aumento se suspendió, por lo que si se cumpliera la normativa en 2020 lo computable en Ganancias debería alcanzar el 66% de lo tributado en impuesto al Cheque.
- La modificación en Ganancias permitió también que los balances de las empresas pudieran ajustarse por inflación, sin el cual las sociedades obtienen bases imponibles distorsionadas por las cuales pagan tasas efectivas superiores a las alícuotas legales. La aplicación del ajuste por inflación ya debería haber sido efectiva, pero fue postergada para el ejercicio 2020.
- También, por medio de varias leyes, se fijaron cláusulas de ajuste automático para parámetros y tramos de escala de cálculo de los diversos impuestos, en especial Ganancias y Monotributo, los cuales no deberían abandonarse. "Su desactualización fue un mecanismo utilizado deliberadamente en años anteriores para incrementar la alícuota efectiva de los impuestos, sin modificar la tasa legal", cuestionó el Iaraf.
- Uno de los cambios más influyentes se encuentra en las alícuotas del impuesto a los Ingresos Brutos, tributo provincial que la administración Macri buscó mitigar. El Pacto Fiscal prevé una baja gradual de los topes de las alícuotas que puede poner cada provincia, que suelen tener mayor incidencia en actividades como la construcción y restaurantes y hoteles. Así, la tasa máxima para la construcción bajará en 2020 de 2,5% a 2%, lo que obligaría a que casi todas las provincias deban disminuirlo. En restaurantes y hoteles, la alícuota máxima este año está entre 3% y 5% (en la mayoría de las provincias es entre 4,5% y 5%) y para el año que viene se uniformará en 4%. En este caso, como varias provincias cobran debajo del tope, tendrán la libertad de elevar la tasa hasta el 4% establecido.
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