En tan solo un par de días el presidente Alberto Fernández dio la semana pasada dos golpes importantes en lo que se refiere a la política de comercio exterior de la Argentina, dentro de la región.
El miércoles pasado se anunció que el país abandonaba el Grupo de Lima -que también conforman Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú Guyana, Haití, Santa Lucía y Bolivia- y el viernes pasado cruzó al presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, durante el encuentro que se realizó en conmemoración por los 30 años del nacimiento del Mercosur.
"Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento. La verdad es que no queremos ser una carga para nadie", sostuvo Fernández, en respuesta a las declaraciones del mandatario uruguayo, y generó un nuevo cimbronazo.
Para la Argentina, el peso que tiene el comercio puertas adentro del Mercosur hoy es relativo.
De acuerdo con los últimos datos difundidos por el Indec, en febrero pasado el intercambio comercial con los miembros del bloque fue negativo en u$s 10 millones, producto de los u$s 938 millones exportados (sobre un total de u$s 4775 millones) y los u$s 947 millones importados (sobre un total de u$s 7556 millones).
Del análisis de las ventas al exterior surge que cayeron 4,3% respecto de las registradas un año atrás, con lo que se dio una baja en los ingresos de u$s 43 millones, con fuerte incidencia de las manufacturas de origen industrial.
El histórico principal socio comercial de la Argentina, Brasil, en febrero último se quedó con el 82,2% de las exportaciones totales al bloque, en tanto que Paraguay se llevó un 8,6%, Uruguay con un 8,4%, y Venezuela un 0,8%.
La mayor parte del volumen exportado corrió por cuenta de los vehículos para el transporte (u$s 188 millones) y las de trigo (u$s 146 millones), que en conjunto representaron 35,6% de las exportaciones totales al bloque.
Las compras de la Argentina a los miembros del bloque superaron a las exportaciones, pero de todos modos mostraron un retroceso de 2,6% respecto de febrero del año pasado, lo que implicó una baja de u$s 24 millones interanual en cuanto a la salida de divisas, en buena parte debido a la baja en la importación de Bienes Intermedios.
El 90% de estas compras provinieron de Brasil, en tanto que el 6,4% llegó de Paraguay, el 3,5%, de Uruguay, y el 0,2% de Venezuela.
Mientras tanto, durante los primeros dos meses de este año la Argentina registró un superávit de u$s 88 millones.
Esto surge de que las exportaciones sumaron u$s 1.897 millones, u$s 60 millones por encima del primer bimestre de 2020.
Las importaciones, por su parte, se incrementaron u$s 117 millones. En este período el comercio con el Mercosur concentró 19,6% de las exportaciones argentinas totales y 23,9% de las importaciones.
En 2020, la Argentina mostró un mayor debilitamiento en cuanto a su relación con el bloque. Las exportaciones al resto del bloque totalizaron el año pasado solo u$s 10.010 millones, mientras que las importaciones sumaron u$s 11.284 millones.
Las exportaciones argentinas al Mercosur sufrieron un golpe tan fuerte en 2020, que retrocedieron hasta alcanzar una cifra que es menor a la mitad de las exportadas en los récords de 2011 y 2013, cuando se habían superado los u$s 21.000 millones.
Incluso, de todos los conglomerados de países que existen en el mundo, el Mercosur fue el que menos ratio entre exportaciones y PBI registra, y es menor a 15%, contra más de 30% del promedio mundial.
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