Tras haber incumplido el pago de algunos cheques patrocinados, la fabricante cordobesa de mermeladas, dulces y panificados Dulcor avanza en la planificación de la renegociación de plazos y tasas. Así, la compañía espera regularizar su situación lo más rápido posible.
El martes, la compañía había comunicado la Bolsa el incumplimiento. Altas tasas y plazos más cortos fueron los desencadenantes de la situación, según explicaba la compañía.
"No entramos en concurso preventivo ni nada por el estilo. Solo tuvimos que demorar el pago de algunos cheques patrocinados. Tanto los préstamos bancarios como las obligaciones negociables están en situación perfectamente normal", explicó a El Cronista el presidente de la compañía, Jorge Riba, y agregó que por el momento tuvieron una buena recepción de sus propuestas tanto en los bancos como en otras entidades financieras.
El ejecutivo detalló que buscarán estirar los plazos de pago, lo que le daría más aire a la empresa. En la situación actual, a la empresa se le generó un "cuello de botella" que la complicó desde el punto de vista financiero.
"Buscamos superar esta situación y así apostar a futuro. Venimos de años muy buenos, pero afectados por el alto costo del financiamiento. Tenemos 1000 empleados y la compañía funciona con total normalidad. De esta situación se sale trabajando", dijo Riba.
Al cierre del tercer trimestre de 2019, última información disponible, la firma tenía un pasivo de más de $ 1059 millones. De ellos, $ 719 millones corresponden a préstamos bancarios, $ 55 millones a préstamos financieros y $ 44 millones a obligaciones negociables.
En el período de nueve meses cerrado el 30 de septiembre pasado, Dulcor había alcanzado una ganancia operativa de $ 396 millones. Sin embargo, descontados los resultados financieros, el ejercicio cerró con una pérdida de $ 83 millones. El mismo período del año anterior había terminado con un rojo de $ 160 millones.
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