La devaluación del peso se convirtió en la principal protagonista de la crisis económica que comenzó de manera incipiente en abril y se profundizó con el correr de los meses. La moneda local perdió fuerza y e hizo mella en la actividad de gran parte de las industrias. Esto se vio plasmado en los últimos balances trimestrales de algunas de las más importantes compañías del país, que vieron como el rojo se ensanchaba a medida que el valor del dólar se fortalecía. Molinos Río de la Plata, Arcor, Laboratorios Richmond Y Pampa Energía, algunos de los casos.
La alimenticia controlada por la familia Pérez Companc reportó pérdidas netas de $ 2066 millones entre enero y septiembre de 2018 “debido al efecto negativo de la devaluación”.Solo durante el tercer trimestre del año, sus números registraron un rojo de $ 1107 millones. El resultado total neto de los primeros nueve meses del 2018 también arroja cifras negativas: una pérdida de $ 1955 millones.
La razón detrás de estos resultados es el aumento de los costos financieros y de los gastos, especialmente los de producción. Los primeros crecieron de $ 404 millones entre enero y septiembre de 2017 a $ 4800 millones durante el mismo período pero en 2018. Por su parte, los gastos totales aumentaron en casi $ 900 millones – de $ 4647 millones a $ 5528 millones -.
Por su parte, Richmond exhibió un resultado neto de $ 12,6 millones en el tercer trimestre, de acuerdo a su último balance. Esto marcó una caída interanual del 28,8%, mientras que si se pone la lupa sobre los resultados de 2016, el desplome fue del 38,1%. Según el laboratorio, la ola devaluatoria fue una de los motivos del incremento de los costos que subieron un 122,1% versus julio-septiembre de 2017.
Si bien el resultado financiero operativo de la firma fue positivo - $ 61,3 millones con un 30,2% de crecimiento respecto a los números del año anterior -, el resultado financiero neto reportó un rojo de $ 49,3 millones. Las pérdidas en este ítem se incrementaron un 134,6% a las exhibidas en el balance del tercer trimestre de 2017 – un negativo de $ 21 millones -.
Otra compañía que no tuvo una buena performance durante el trimestre fue la dirigida por Luis Pagani. Entre el segundo y el tercer balance trimestral, sus pérdidas se acrecentaron en más de $ 3500 millones y superaron los $ 6200 millones a fines de septiembre de 2018. En cambio, si se tienen en cuenta los estados de Arcor ajustados bajo la Norma Internacional de Contabilidad 29 (IAS 29, por sus siglas en inglés) utilizada en países de alta inflación, las pérdidas alcanzan los $ 3933 millones entre enero y septiembre.
A Pampa Energía tampoco le fue bien. La holding energética que lidera Marcelo Mindlin, informó un rojo de $ 5.507 millones correspondiente al periodo de nueve meses finalizados el 30 de septiembre de 2018.
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