La inflación de enero fue de 4% y mantuvo los niveles que se registraron en los últimos meses de 2020, informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), con lo que el índice de precios al consumidor (IPC) trepó ya un 38,4% en los últimos 12 meses.
Repitió el dato de diciembre, que se trata del mayor dato mensual desde noviembre de 2019 y prolonga la tendencia alcista que se viene registrando desde el último trimestre del año pasado, tras el 3,8% de octubre y el 3,2% de noviembre, lo que evidencia la influencia al alza que provocó la gradual flexibilización de la actividad sobre el final de la cuarentena, determinado a comienzos de noviembre. Así, en los primeros tres meses posteriores al aislamiento la inflación superó el 11,6%.
En enero, la medición núcleo registró un 3,9%, luego de dos meses en los que subió más que el nivel general, aunque sigue siendo un guarismo sumamente preocupante. Sin embargo, en esta ocasión, los regulados apuntalaron las subas con un 5,1%, mientras que los estacionales avanzaron 3%.
El rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas anotó un incremento considerable, de 4,8%, y, si bien no fue el que más aumentó, por su preponderancia dentro del índice apuntaló el alza. De hecho, LCG y Ecolatina estiman que inyectó entre 0,3 y 0,4 puntos porcentuales al IPC por sí solo.
LCG remarcó que este segmento viene creciendo en los últimos seis meses a una tasa promedio del 4% mensual, lo que anualizado arroja un 60%, y develó que el 13% de los productos medidos en su relevamiento de alimentos aumentó en las últimas cinco semanas, con lo que en menos de dos meses todos los precios habrán subido.
Por su parte, Ecolatina destacó que el precio de los alimentos viene creciendo más que el resto de los bienes y servicios desde agosto, no sólo por factores estacionales sino debido a un mayor ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial, a la flexibilización del programa de Precios Máximos y cierta presión en los precios internacionales.
En el contexto de un año electoral, la consultora sostiene que aunque el Gobierno logre mantener anclados el tipo de cambio y las tarifas, lo cual no está garantizado dado el nivel de reservas y el margen de subsidios que dejó el Presupuesto, es muy difícil que llogre una inflación menor a 40% este año.
En cuanto al resto de los rubros, la división que más creció fue comunicación, que saltó un 15,1% por los ajustes de precios de comienzos de año. En tanto, restaurantes y hoteles creció 5,4%, mientras que recreación y cultura también subió 4,8%. Transporte registró un aumento de 4,6% y bebidas alcohólicas y tabaco, uno de 4,5%.
Por el lado de los menores incrementos, educación registró uno de apenas 0,6%, mientras que prendas de vestir y calzado escaló 1,4% y vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, un 1,1%. Bienes y servicios varios anotó una suba de 2%; mantenimiento y equipamiento del hogar, una de 3%, en tanto que salud trepó 3,4%, también por debajo del nivel general.
Esta vez, los bienes volvieron a trepar por encima de los servicios luego de la reversión observada en diciembre: los primeros subieron 4,2%, por encima del 3,8% de los segundos.
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