La caída en la actividad y en los ingresos reales como resultado del fogonazo inflacionario de este año está haciendo que las familias se atrasen en los pagos de sus créditos, en particular en lo que respecta a crédito al consumo. La mora de las familias llegó al 3,6% en septiembre, un nivel todavía bajo, pero el más alto de los últimos 8 años. El rubro en el que más crece la mora es en crédito al consumo, mientras que en los préstamos con garantía real -prendarios e hipotecarios- se mantiene estable.
Según los datos de septiembre del Informe sobre Bancos del Banco Central (BCRA), la irregularidad en el crédito al sector privado se mantuvo prácticamente estable en septiembre con respecto al mes anterior, pasó del 2,2% de las financiaciones totales al 2,3%. Sin embargo, en comparación con septiembre del año pasado el número supone una variación de 0,5 punto porcentual.
Se trata de un nivel todavía bajo, la serie del BCRA llega hasta 2006, momento en que alcanzó un máximo de 4,5% del total de financiaciones.
Pero no todo el sector privado está teniendo la misma suerte. Mientras que en el último año la mora pasó de 1% a 1,3% entre las empresas, subió del 2,9% al 3,6% entre las familias. Y el aumento es mucho mayor entre el crédito al consumo -montos más bajos, mejores posibilidades de salir del atraso- que en las financiaciones hipotecarias y prendarias.
La mora en crédito al consumo, que incluye tarjetas y créditos personales, pasó del 2,7% al 4% entre septiembre de 2017 y mismo mes de este año. Mientras que entre los créditos con garantía real cayó del 0,8% al 0,6% del total.
Aunque el foco estuvo puesto en los problemas de los deudores hipotecarios que tomaron créditos ajustados por UVA las familias parecen estar teniendo más problemas con el crédito de más corto plazo. O, en todo caso, priorizando unos sobre otros.
"La contracción del PBI aumentará el desempleo y los incumplimientos en préstamos al consumo no garantizados. Los deudores darán prioridad a los gastos esenciales sobre los pagos de la deuda", había predicho un informe de Moodys firmado por Atsi Sheth, Philipp Lotter y Anne Van Praagh. El informe esperaba que la proporción de préstamos con problemas de mora en todo el sistema financiero se duplicará a 4,5% para fines de 2019.
En cuanto a entidades, la mora está en niveles más altos entre las entidades financieras no bancarias, en el 4,8% del total, pero la variación en ese segmento no es la más significativa (estaba en 4,2% un año atrás, creció 16%) y es un sector que trabaja con niveles de irregularidad tradicionalmente más altos. Los clientes de los bancos privados fueron los que tuvieron las mayores dificultades, con un aumento de la mora total del 35% (pasó e 1,8% a 2,3%, aunque el dato no separa al crédito de las familias).
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