La ola de calor que arrecia desde la semana pasada trajo buenas noticias para las heladerías, que venían atravesando una temporada con menos consumo de lo habitual.
En los últimos días, el sector pudo incrementar sus ventas en hasta un 30% con respecto a la misma semana de enero del año pasado, pese a que los precios crecieron más o menos en línea con la inflación. El impulso, aseguran, ayudó a mejorar las perspectivas para lo que queda del verano.
En la semana del 29/1, la venta de helados creció 28% en comparación con las cuatro semanas previas. En todo enero, en cambio las ventas crecieron solo 7% en relación con el mes anterior, según datos de la aplicación PedidosYa.
Con un enero que hasta la última semana tuvo temperaturas por debajo de las habituales, el aumento de la temperatura llegó a tomar por sorpresa a algunas cadenas. Este fue el caso de Chungo, que tuvo un incremento de ventas por arriba de lo normal. La cadena aumentó esta semana un 11% los precios y llevó el kilo a $ 12.800. El incremento anterior había sido en enero.
"Nosotros sabemos que hay un pico de ventas en las fiesta de fin de año y en carnaval. Y que se consume más helado los fines de semana que los días hábiles, pero hace 10 días que estamos en un fin de semana constante. Y, más allá de los clásicos dulce de leche y chocolate, lo que más despachamos fueron helados frutales, que refrescan mucho más", dijo Bárbara Ostrovsky, que tiene a su cargo los departamentos de Marketing y Comercial de Chungo.
La cadena todavía no tiene el número exacto de cuánto crecieron las ventas en las últimas dos semanas, pero fue algo que se notó en la cantidad de pedidos que llegaban desde las sucursales y el aumento del ritmo de producción.
En promoción
En su caso, lo más vendido fueron los envases de un cuarto kilo y de un kilo. Esto se debe, en gran medida, a las promociones que la marca tiene para la venta de estos dos formatos.
"Si vemos la situación general del país y del mercado, no es una mala temporada. Ahora esperamos que el fin de semana largo de carnaval se mantenga el impulso de estos días. Y con la gente que ya volvió de vacaciones, vamos a tener más público en los lugares donde estamos presentes", agregó Ostrovsky.
En Freddo, en tanto, destacan que con la ola de calor tuvieron un incremento del despacho del 30% en volúmenes en comparación con el año pasado. El incremento de ventas, aseguran, se vio tanto en las tiendas que tiene la marca, como la línea que elaboran para vender en supermercados.
"Creció la demanda a partir de la tercera semana de enero. Nosotros, a diferencia de otras heladerías, veníamos con una buena performance y una temporada muy fuerte en la costa atlántica", señaló Gabriel Russo, gerente de Producción de Freddo.
Compra impulsiva
El mayor crecimiento se notó en la compra por impulso, que había sido muy perjudicada por la pandemia y todavía no se había recuperado. Las ventas de vasos y cucuruchos crecieron por encima del despacho a granel.
"Es una muy buena noticia porque el kilo de helado en cucurucho es más caro que el de pote. Eso repercute de manera positiva en la facturación", añadió.
En los últimos días, detalló Russo, se vio un incremento en la afluencia de público a las tiendas. Y gran parte de este fenómeno estuvo relacionado con el turismo extranjero en la ciudad de Buenos Aires: "Freddo es una marca que ya es conocida por los uruguayos, los brasileños y los chilenos, y eso nos da una gran ventaja para capturar a esos clientes".
Ayuda extra
Alejandro Rossi, dueño de La Stessa Venezia, una heladería que está a pocos metros de la Quinta de Olivos, explicó que las olas de calor siempre ayudan a vender un poco más. Y en una temporada "no muy exitosa" como esta esas son siempre buenas noticias.
La contracara es que cuando empieza a subir el termómetro se suma una cuota de estrés porque hay que vigilar que no se recalienten los motores de las máquinas y que las heladeras funcionen correctamente. Es que las heladerías porteñas tienen equipos que están preparados para funcionar con menor temperatura ambiental.
"Estamos trabajando entre un 15% y un 20% menos que en una temporada normal. Siempre que hay crisis impacta en los productos que no son de primera necesidad. No es la primera vez que nos pasa nuestros 67 años de historia", indicó.
En estos últimos días, agregó, se vendieron los volúmenes habituales de una temporada normal. Lo que más se despachó fue el helado por kilo y vendido por delivery.
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