Cuando otros argentinos estén de vacaciones, los pampeanos tendrán que concurrir a las urnas. El ministro de Gobierno y Justicia de La Pampa, Daniel Pablo Bensusán, les adelantó ayer los apoderados de los partidos políticos provinciales el desdoblamiento de los comicios, con las primarias abiertas, obligatorias y simultáneas fijadas para el 17 de febrero, seis meses antes que las PASO nacionales.
Será el primer test electoral del 2019 con otros peronistas que, frente a la encrucijada de Mauricio Macri/Cristina Fernández de Kirchner, también pretenden desligar su territorio de la puja nacional.
Más allá del prematuro calendario, el propio gobernador Carlos Verna había informado la provincialización de la elección el pasado septiembre, en una conferencia de prensa en la que se bajó de la reelección al anunciar que se tomaba licencia para someterse a un tratamiento contra el cáncer. Con las PASO a los 46 días de iniciado el año, las generales para entronizar a su reemplazante serán, según el decreto 4308/18, el 19 de mayo de 2019.
Ese mes también, si no naufraga la idea de Mariano Arcioni, serán las de Chubut. En una batalla legal aún con futuro incierto, con un Cambiemos y un FpV hermanados para negarle el desdoblamiento con la excusa del gasto, el sucesor del fallecido Mario Das Neves insistió ayer con su adelantado cronograma electoral.
"Vamos a vetar los proyectos de los diputados, y vamos a convocar al Tribunal Electoral Provincial para que empiecen a correr los plazos", arremetió Arcioni, frente a una Legislatura que no sólo le vetó el decreto de convocatoria de los comicios sino que aprobó una ley para unificarlos con los nacionales.
De esta manera, con un mínimo corrimiento de las fechas originales, en Chubut podrían ir al cuarto oscuro el 24 de marzo para las internas y el 26 de mayo para las generales.
No son los únicos gobernadores que apelarán a la misma estrategia. "Hay 17 provincias que van a adelantar las elecciones y la sorpresa de hoy es que la provincia de Buenos Aires también quiere desdoblar", chicaneó Arcioni a los legisladores locales de Cambiemos, tomando una información publicada por el diario La Nación. "No hay una estrategia de la provincia separada de la Casa Rosada", insisten hoy en el vidalismo, si bien admiten que es una discusión que "en algún momento se llevará" a la mesa nacional del PRO. El peor escenario para sus estrategas electorales es una victoria de María Eugenia Vidal con una derrota de Macri, atendiendo a la simbiosis entre ambas administraciones.
Por ahora, en los distritos del oficialismo no hay homogeneidad fijada para la futura táctica. Mientras Horacio Rodríguez Larreta está haciendo todo lo posible para romper la tradición porteña y unificar los comicios; en Mendoza, el radical Alfredo Cornejo envía indicios de desdoblamiento. Y se especula que su correligionario jujeño Gerardo Morales haría lo mismo.
Sin preocuparles la caída de imagen presidencial en sus boletas, al contrario, los gobernadores peronistas están frente a otra disyuntiva para no querer que la pulseada nacional interfiera dentro de sus territorios: el efecto de un PJ dividido entre los Federales y una papeleta K. A pesar de posicionamientos públicos, es habitual que jueguen a dos puntas con sus reelecciones ya garantizadas.
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