AGUSTINA DEVINCENZI
Desde la llegada del coronavirus, cerraron, al menos, 1700 hoteles, de diferentes categorías, en los principales puntos turísticos de la Argentina. Representan un 10% del total de los establecimientos del país, según la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT). Anticipan que, con las nuevas restricciones, el número podría ir en ascenso.
Se trata de la mayor crisis sectorial, "con un daño profundo que permanecerá en el tiempo y del que no será rápido recuperarse", de acuerdo a la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra).
"La caída de la actividad, la desaparición de empresas y la destrucción de puestos de trabajos son récords, significativamente superiores a cualquier otra debacle macroeconómica, como la de 2001-2002 y la hiperinflación de 1989-1990", señalan desde la entidad.
El contexto golpea no sólo a los pequeños establecimientos, sino también a las grandes cadenas de gama alta. Los inversores locales, franquiciantes de las marcas internacionales, buscan un socio que continúe al frente del negocio, para así salir de una industria que, en un escenario de incertidumbre generalizada por el avance de la pandemia, no vislumbra una pronta recuperación.
Entre los que ya cerraron definitivamente, se encuentran complejos emblemáticos de Córdoba, como el Sheraton, el Amerian y el Interplaza en la ciudad capital, donde ya desaparecieron 144 hospedajes. En Río Cuarto, cerró el Ópera; en San Francisco, el Libertador; y en Río Tercero, el Argentino.
En Mendoza, dejaron de funcionar Río Diamante, Hussu y Andesol, en San Rafael; y San Pedro y Confluencia, en la capital. Se suman Salto Grande y Mayim, en Entre Ríos; y Casa Real, en Salta. En San Carlos de Bariloche, ya no opera más el Plaza.
En Mar del Plata, 80 alojamientos, situados mayoritariamente en la zona céntrica, bajaron las persianas en lo que va de 2021, según la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica (AEHG). Garden, Ortegal, Prince, L'été, Vaness y Cervantes son algunos casos. Varios de ellos fueron inaugurados para el Mundial de 1978.
El Sheraton marplatense -perteneciente a la cadena Marriott y administrado por la franquicia Gotel Hotel Management- anunció un cierre temporal, que, en principio, durará dos meses e incluirá la suspensión de 80 empleados, que percibirán el 75% de sus sueldos.
"Gerenciadores que explotaban varios hoteles centran la operación en uno, para evaluar si, al menos de esa forma, pueden salir adelante", explica Jesús Osorno, vicepresidente de AEHG y dueño del Hotel Tronador, ubicado en La Feliz.
Ni siquiera la temporada alta y Semana Santa fueron un alivio para el sector. Luego de permanecer cerrados más de siete meses durante 2020, los operadores se ilusionaban con alcanzar un repunte en estos dos momentos clave. Sin embargo, las expectativas no se cumplieron y los niveles de ocupación no alcanzaron para sostener la rentabilidad del negocio.
En este verano atípico, AEHG calcula que 150 de 500 hospedajes de Mar del Plata ni siquiera abrieron. Si bien la Costa Atlántica fue uno de los destinos más elegidos por los argentinos, la ocupación promedió el 35 por ciento.
Un informe de Invecq Consultora Económica asegura que el nivel de actividad retrocedió a valores similares a los de hace 40 años. En el período abril-diciembre de 2020, la caída fue del 95%. En enero de este año, seguía estando un 39% interanual abajo. El desplome local supera a los de otros países, como los de la Unión Europea (UE), con una baja del 45%, según Fehgra.
Los efectos sobre el empleo también dan cuenta de la gravedad de la crisis. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), se perdieron 170.000 puestos de trabajo en la hotelería, lo que significa la destrucción del 25% de las fuentes laborales del sector.
En los últimos 15 años, el sector aumentó un 77% la generación de puestos de trabajo formales, cuando, en el mismo período, la economía en total generó un crecimiento del empleo registrado del 41%. Además, el complejo turístico es el tercer exportador y generador bruto de divisas.
Pese a que las actuales restricciones, por ahora, no incluyen al turismo interno, impactan en la actividad. Aunque el Estado amplió la cobertura del Repro II para los salarios correspondientes a abril -con $ 18.000 por trabajador o una suma equivalente al 83% de su sueldo, en caso de que cobre menos-, Fehgra solicitó la puesta en marcha del ATP.
Es que el Repro II no alcanza: asiste a más de 40.000 empleados, cuando el sector ofrece trabajo para aproximadamente 1,2 millón de personas.
Además, para los hoteles de la provincia de Buenos Aires, Fehgra pidió la eximición del Impuesto Inmobiliario para este año y la condonación de las deudas de 2020. De momento, se logró anular sólo el pago de intereses.
Por otra parte, la cámara respaldó el Proyecto de Ley presentado en el Senado, que propone la Declaración de la Emergencia Turística y la elaboración de un Plan Federal de Reconstrucción del rubro. Contempla un paquete de medidas económicas, impositivas, laborales y de incentivo, que promuevan el turismo "seguro" en este contexto.
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