Roch, una de las principales petroleras independientes de la Argentina, renovó su programa de obligaciones negociables (ON) por hasta u$s 50 millones, vencido en abril. No fue un mero formalismo: la empresa, que postergó pagos de deuda en las últimas semanas, lo necesita como cobertura para canjear los títulos, emitidos por un total de u$s 13 millones y cuya mayoría vencerá en menos de 12 meses. En caso de que los acreedores no lo acepten, elabora un plan B: buscar otros u$s 25 millones en el mercado. Evalúa hacerlo con una ON privada -es decir, sin oferta pública- o un préstamo. En ambos casos, podrán ser canjeables acciones de la compañía, que opera concesiones en Tierra del Fuego (donde está el yacimiento San Martín, su principal activo) y Mendoza.
Fundada hace 30 años por Ricardo Omar Chacra, quien sigue siendo su presidente, la empresa tiene como accionista minoritario a Puerto Asís, el brazo inversor de la familia Román, que en 2013 le compró el 33% a la Corporación Financiera Internacional. El año pasado, Roch facturó $ 2317,76 millones, 11% más que en 2018. Pero tuvo una pérdida neta de $ 311 millones, casi el doble que en 2018. De su facturación, $ 1052,65 millones fueron por exportación de crudo.
La semana pasada, Roch no pagó la última cuota de una ON de u$s 5,2 millones. Anticipó que le haría una propuesta a sus inversores, dentro del período de gracia de 15 días corridos, a partir de la fecha de ese vencimiento (18 de junio). Además, informó que se había atrasado en u$s 1,3 millón, entre capital e intereses, de los u$s 2,9 millones que todavía le debe al trader europeo Trafigura, por una ON privada de u$s 5 millones, que el dueño de Puma Energy había suscripto en su totalidad. Esta última deuda tiene como prenda un 10% de las acciones de Roch.
Roch terminó el primer trimestre de 2020 con un capital de trabajo negativo de $ 973,56 millones. En buena parte, por $ 1285,97 millones en préstamos cuyo 55% vencía en los siguientes seis meses y el 44%, entre los siete y 12. El 87% nominado en dólares.
Ya había diferido pagos por u$s 500.000 al Banco Ciudad y por $ 35 millones, entre la entidad porteña y el Banco de Tierra del Fuego. El Macro y el Itaú son sus otros acreedores bancarios. En total, le debe u$s 9 millones a bancos.
Con todos sus acreedores (bancos, bonistas y Trafigura), Roch negocia acuerdos de stand-still y nuevos términos. La empresa contrató a Finanzas & Gestión, firma especializada en M&A y reestructuraciones, para que actúe como asesor.
Roch atribuyó su peligro de default a la abrupta caída de la demanda y del precio internacional del barril. Dadas las características del petróleo que extrae de sus yacimientos, el destino exclusivo de su producción de crudo, que creció 40,3% en 2019 (el resto de lo que extrae es gas). Hubo otro factor. Roch no pudo evacuar su producción a través de la Terminal Cruz del Sur, de YPF, que está fuera de operaciones desde diciembre por una rotura técnica. Y, desde marzo, tampoco pudo hacerlo por vía terrestre a Chile, debido al cierre de fronteras por la pandemia de coronavirus, agravado porque, en la instalación trasandina a la que exporta, hubo casos positivos de Covid-19.
Esto implicó la paralización del yacimiento San Martín, en Tierra del Fuego, donde tiene una inversión proyectada de u$s 280 millones y cuenta con un pozo que, por sus características, está considerado el más productivo del país. Como consecuencia, durante la cuarentena, su producción de petróleo cayó 92% y la de gas, 8%.
"Adicionalmente a lo expuesto, se suma la alta volatilidad en la que se encuentra sometida la economía argentina y las dificultades para el acceso a los mercados internacionales, motivo por el cual la sociedad se ve obligada a refinanciar sus deudas preexistentes", manifestó Chacra, según consta en el acta de la reunión de directorio celebrada este lunes.
Allí, el emprendedor planteó la necesidad de salir a buscar u$s 25 millones mediante estas dos modalidades (ON privada o préstamo), decisión que deberán aprobar los accionistas en una asamblea convocada para el 7 de julio.
En el primer trimestre de 2020, los ingresos de Roch cayeron $ 42,9%, a $ 255 millones, con un resultado negativo de $ 43,25 millones, una mejora del 32,7% al rojo de igual período de un año antes. Su producción de petróleo se retrajo 48,5% y la de gas, 51,7%. Su patrimonio neto se redujo de $ 444.173,23 millones, al 31 de diciembre, a $ 435.57153 millones, al cabo de marzo de este año.
En enero, la empresa le había vendido sus activos de Santa Cruz a la petrolera noruega Interoil. Fuentes de la compañía aclaran parte de ese ingreso se utilizó para cancelar deuda y el resto, para reforzar el capital de trabajo de la empresa.
"Es claro que no son momentos sencillos. Pero Roch cuenta con una clara visión de su negocio, un portafolio de áreas productivas y exploratorias bien complementarias, capacidades técnicas probadas para la operación de sus yacimientos, una estructura flexible y reducida, un track-record exitoso de 30 años como operador independiente, buenos márgenes de rentabilidad y un apalancamiento razonable, al 31 de diciembre", indican en la compañía.
"Estos elementos deberían permitir una rápida recuperación de la empresa post pandemia", subrayan.
En tal sentido, la ven cercana. "Creemos que la actividad se debería regularizar de manera rápida. Hoy en la Argentina hay un problema de demanda pero, a nivel internacional ya se observa una recuperación significativa de precios del petróleo", aseguran.
"Por otro lado, por las características del reservorio, restablecer la producción del yacimiento no es complejo y, por la información que recibimos de YPF, la reparación de la boya (N.d.R.: el desperfecto técnico que sacó de operación la Terminal Cruz del Sur) se encuentra en etapas finales. En este sentido, y en virtud de que el crudo producido es exportable, entendemos que la generación de caja podría recuperarse con cierta velocidad", confían.
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