Las derivaciones de la política proteccionista de Estados Unidos, que está tensando la relación con la Unión Europea (UE) por el capítulo automotriz, puede ser la oportunidad que los países del Mercosur necesitan para anudar el demorado acuerdo con Bruselas. Esa es un mirada que está empezando a ganar adeptos entre analistas y consultoras internacionales, que descuentan una profundización de la pulseada entre EE.UU y el bloque europeo con el correr de los meses.
Por segunda vez en el último año, la decisión del gobierno de Estados Unidos de aplicar la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, argumentando razones de seguridad nacional, podría tener efectos positivos para Argentina.
El 1° de mayo de 2018 el exministro de Producción, Francisco Cabrera, y el Secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, arribaron a un entendimiento para excluir al país de los aranceles que Washington había decidido aplicar a sus importaciones de acero (25%) y aluminio (10%), en el marco de la mencionada Sección 232. Este fue considerado uno de los mejores acuerdos entre todos los países afectados originalmente por la medida.
Ahora, la pulseada entre Washington y Bruselas por los aranceles que Estados Unidos quiere aplicar a las importaciones del complejo automotriz provenientes del Viejo Mundo, particularmente de Alemania, abriría una ventana para cerrar el acuerdo Mercosur-Unión Europea.
En la agenda del Mercosur, llegar a un acuerdo con Bruselas figura como una prioridad.Hasta ahora está cerrado más del 90% de los bienes que se intercambian. De hecho, durante la reunión que mantuvieron ayer los mandatarios de Argentina y Brasil, Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, hubo claras referencias a la necesidad de arribar a un entendimiento, más temprano que tarde, entre Mercosur y el bloqueo europeo.
Mundo complejo
Actualmente Estados Unidos aplica aranceles del 2,5% en el caso de los autos y de 25% en camionetas que provienen de Europa, pero la idea del gobierno de Trump es elevarlos un 25% más, en base a la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial. Además, hay una negociación abierta por un tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos, pero el tema agrícola es una traba importante en ese sentido.
"El capítulo agrícola está afuera de las conversaciones, y esto crea una realidad que no es aceptable como resultado de estas negociaciones, por parte del Congreso americano", indicó Kellie Meiman Hock, Socia Directora de la firma global de consultoría McLarty Associates y responsable de asuntos externos de la compañía, que asesora a importantes empresas en sus inversiones en todo el mundo.
Para Meiman, si estas negociaciones entre EEUU y la UE no avanzan, "esto podría crear un incentivo para el Mercosur y Europa en superar los desafíos de siempre y poder finalmente cerrar el acuerdo después de tantos años ". Además, la guerra comercial China-Estados Unidos también genera un impacto en las exportaciones de soja de Estados Unidos, que la región está aprovechando.
Y agregó que "es muy difícil imaginar" que la negociación entre Washington y Bruselas pueda terminar con un acuerdo. Además sostuvo que si tuviera que aconsejar a Brasil o Argentina, pensaría en cerrar rápido el acuerdo del Mercosur con la UE. En ese sentido, recomendó "aprovechar este momento, cuando Europa está necesitando mostrar que tiene otras opciones fuera de Estados Unidos para sus exportaciones".
Pero en opinión de la experta, la clave es que los cuatro países el Mercosur "puedan ser una plataforma para acceder a mercados de la región y mostrar que están abiertos a los negocios, apoyando la apertura y la liberalización" del comercio.
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