Aunque los primeros resultados de la política del "peor impuesto" que aplicó el Gobierno, el incremento de los derechos de exportación elevará este año en un punto la presión impositiva a nivel nacional. Y llevará la presión tributaria al 33,4% del PBI considerando los tributos a nivel nacional, provincial y municipal, según un cálculo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
La creación de impuestos para alcanzar el equilibrio primario, a pesar de la Reforma Tributaria de 2017, acercará la presión impositiva al nivel récord de 2015, previa a la asunción de Cambiemos de la gestión nacional.
Con los nuevos datos de recaudación y PBI de 2018, el IARAF calculó que la presión tributaria en 2018 totalizó 32,6% (0,02 punto más que en 2017), donde la Nación explicó 24,3% (0,01 punto menor al año anterior); las provincias, 7,2% (incluye las cajas previsionales no transferidas), y los municipios, 1,1 por ciento.
Al considerar las variaciones impositivas del Presupuesto 2019, estimó que la presión impositiva a nivel nacional subirá a 25,3%, bajará a nivel provincial a 7% y se mantendrá a nivel municipal en 1,1 por ciento.
Se trata de un nivel que se acerca al récord de 2015, cuando la presión tributaria total se tuvo que incrementar al 34,1% para financiar el mayor tamaño del Estado. Y se estima en un nivel mayor para los contribuyentes que están en regla, en un país con casi 40% de informalidad.
"El aumento en los derechos de exportación (de 1,5% a 2,8% del PBI entre 2018 y 2019) más que compensa la caída en los otros impuestos por la Reforma Tributaria", dijo Ariel Barraud, economista de IARAF.
Este año, el IVA subirá de 7,6% a 7,7%; las contribuciones patronales bajarán de 6,4% a 6,3%, Ganancias bajará de 5,3% a 4,9%, el impuesto al cheque se mantendrá en 1,7%, combustibles, en 0,8% e Internos, en 0,5 por ciento.
"A nivel macro, el aumento de la presión tributaria indica que se está comiendo del ingreso disponible de las empresas y familias para inversión y consumo para financiar al Estado. El aumento de la presión tributaria tiene un impacto de crowding out", dijo Juan Luis Bour, de FIEL.
Para Guillermo Nielsen, ex secretario de Finanzas, la presión impositiva hoy "opera como un filtro que tira para abajo a los pocos sectores que muestran recuperación".
"La presión impositiva y cumplir con la AFIP la variedad de vencimientos que tienen es el principal problema de las empresas. Están todos corriendo para ver qué cuelgan este mes para poder pagar la quincena", agregó.
Nielsen discrepa con la política monetaria dura acordada con el FMI. "En 2002 salimos de la crisis con una política fiscal muy dura y a la vez no basada en mayores impuestos, sino en operar sobre el gasto y una política monetaria laxa", agrega.
La presión tributaria argentina es un problema también en Brasil. Ambas están sobre el promedio de la región, de 20% en Chile, 17% en México, 27% en Uruguay, según datos de Abeceb. En tanto, se asemeja al promedio de los países de la OCDE, con la diferencia que esos países ofrecen servicios públicos de calidad elevada.
"El Gobierno inició el camino para recuperar la competitividad de la economía, pero las turbulencias cambiarias y el acuerdo con el FMI truncaron ese proceso", dijo Elisabet Bacigalupo, del equipo macroeconómico de Abeceb. "Ahora no queda otro camino para llegar al equilibrio fiscal".
Bacigalupo recordó que entre 2015 y 2018 el gasto público bajó cuatro puntos del PBI, pero no se tradujo en una menor presión tributaria. "Es el desafío", señaló.
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