En el medio del debate de cómo debe hacer la Argentina para poder crecer, generar empleo y revertir los números de pobreza, que se conocieron la semana pasada, distintos sectores que componen las economías regionales del país denuncian que quieren dar empleo, pero por la falta de mano de obra dispuesta a tener un trabajo registrado perderán centenares de toneladas de sus cosechas por no poder levantarlas. En concreto el sector yerbatero alertó a El Cronista que corre riesgo el 20% del total de su producción que significan $ 6000 millones.
Los productores de yerba están por arrancar la etapa de cosecha más importante y por como se organiza la actividad, que cuenta con un fondo común para pagar el blanqueo del personal, cuando buscan contratar nuevos empleados no pueden hacerlo porque las personas beneficiarias de planes sociales piden no estar en blanco para no perder ese ingreso extra.
En ese marco, los representantes de las economías regionales advierten que las políticas públicas terminan generando el efecto exactamente inverso al buscado, que es la generación de puestos de trabajo. El desempleo el año pasado trepó al 11% según el INDEC.
"Nosotros no pedimos que se dejen de pagar planes sociales, sino la compatibilidad del trabajo registrado con ellos. Si una familia necesita $70.000 para vivir y nosotros le podemos pagar $40.000 por mes, el Estado también podría compensar esa diferencia y pagar el restante, ahorrando dinero e incentivando a que las personas trabajen", explicó Cristian Kilgbeil, presidente de la Asociación de Productores Agrícolas de Misiones (APAM) a El Cronista.
La tonelada de yerba, que se cosecha fundamentalmente entre abril y septiembre se paga $2700 y un obrero cosecha entre 500 y 600 kilos por día, por lo que por mes puede cobrar cerca de $40.000.
De acuerdo a las cifras de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las economías regionales generan 625.000 puestos de trabajo temporarios en las cosechas.
"Si nuestra cosecha se atrasa por falta de mano de obra por caída de hojas podemos perder entre un 20 y un 30% de la producción, lo que significan 150 millones de kilos y 6.000 millones de pesos", detalló Kilgbeil.
La problemática afecta a distintos rubros, un comunicado de CAME días atrás apuntó: "la falta de trabajadores rurales ocasionó al momento que producciones como la cereza, las frutas de carozo, el ajo, el tabaco, los cítricos, el té y el olivo, entre otras, hayan sufrido una baja de productividad y una disminución de rentabilidad".
UN MILLÓN DE KILOS DE PRODUCCIÓN EN RIESGO:
La producción de cítricos, es otro caso. Ricardo Ranger es pequeño productor de naranjas y limones y tiene dificultades para conseguir mano de obra para su cosecha.
Perderá 300.000 kilos de producción de naranjas y destruirá 700.000 kilos de limones, explicó a El Cronista: "la gente quiere trabajar, pero en negro. Nosotros no podemos correr ese riesgo para levantar nuestras cosechas, después vienen los juicios".
Según el productor, en el sector cítrico el empleo que se genera no es temporario sino "diez meses en un año", apuntó Ranger y agregó: "la clase política disfraza el tema, porque dicen que en un mes las personas quedan sin trabajo y justifican la situación".
"Vamos a destruir 30 hectáreas de limones con topadoras porque no podemos conseguir gente para cosechar, no porque no haya, sino porque no quieren registrarse. El Estado nos pone los jugadores en contra", concluyó.
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