El borrador de la plataforma electoral de “Juntos por el Cambio” adelanta lo que se presupone: en caso de reelección, Mauricio Macri irá por una reforma laboral. El texto (que presentará el frente ante la Cámara Nacional Electoral) también advierte que “tenemos un Estado más grande del que nos corresponde”.
Bajo el título “Una sociedad con equidad y movilidad social”, el programa adelanta que en un segundo mandato sería avanzar en cambios del sistema laboral. “Es necesario bajar las barreras a la creación de empleo, y para eso corresponde poner en discusión las regulaciones del mercado de trabajo”, indica. Para ahondar en esa línea, sostiene que “muchas inversiones de baja escala se ven frenadas por un marco regulatorio que es tributario del industrialismo clásico y que no ha absorbido los nuevos retos del mundo del trabajo”. El modelo que resalta Macri es el que logró anudar en Vaca Muerta, con un acuerdo sectorial con gremios y empresarios para evitar paros en esa formación.
En ese capítulo también reitera un argumento que esgrime el Gobierno al hablar de la pobreza, que aumentó en el último año a 32%, según el Indec. “Juntos por el Cambio” insiste con un enfoque multidimensional de la pobreza. “Los estudios de evaluación de políticas públicas muestran que las transferencias económicas (a pesar de que son indispensables en situaciones críticas) son menos relevantes que la calidad del contexto social y económico”, argumenta. Y concluye: “por eso, el objetivo de Cambiemos es no limitarnos a una visión asistencial de la política social y buscar incidir en los factores de base de una integración cívica y social plena”. También reconoce que no se puede “esperar a los resultados del derrame del crecimiento económico”.
También el texto se compromete con seguir bajando el tamaño del Estado. “Estamos trabajando para normalizar el Estado engordado que existía en 2015 y que casi había duplicado su tamaño en la década anterior”, postula. “Sí podemos decir que tenemos un Estado más grande del que nos corresponde a nuestro nivel de desarrollo (el Estado de nuestro países vecinos es entre 20% y 50% más pequeño)”, agrega y sostiene que “lo podemos afirmar porque la presión fiscal se ha constituido en un límite a la inversión”. El texto se "compromete" a "dejar atrás" la "presión fiscal desbordada".
A diferencia de 2015, cuando el primer punto era la “Inclusión social”, esta vez el oficialismo acentúa la “defensa de la democracia institucional”. “Juntos por el Cambio” se define como un “espacio de defensa del liberalismo político” y, en efecto, plantea “proteger a las minorías” y respetar las libertades civiles. Este concepto es justamente el que quiere instalar la Casa Rosada en campaña para polarizar con el kirchnerismo: el Presidente forzó esta disyuntiva el martes cuando planteó que esta elección se define entre democracia o “autoritarismo populista”.
El programa de 15 páginas pide también “estabilidad macroeconómica”, tras una gestión con malas notas en esta asignatura: una inflación anual de 57 puntos, caída del salario y volatilidad del dólar desde 2018. El texto plantea “tipo de cambio acorde a sus necesidades de integración internacional” y agrega que es necesario un “consenso” para, entre otras cosas, defender la “competitividad como motor de la economía y discutir “la asignación prioritaria de recursos públicos”. Como resultados positivos de la gestión nombran “el shock de inversiones en infraestructura, la creciente resolución de nuestro drama energético, las mejoras en conectividad aérea y la extensión de la inmensa red de fibra óptica pública”.
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