El Informe Monetario Mensual de agosto del Banco Central (BCRA) reveló que el agregado monetario registró, en términos nominales y sin estacionalidad, un aumento de 3,2%, el menor de los últimos nueve meses, en tanto, en términos reales se mantuvo prácticamente en el mismo nivel de julio.
La expansión asociada al sector público (fundamentalmente a través de adelantos transitorios) fue significativamente menor a la de los meses anteriores y resultó parcialmente compensada por el efecto contractivo que generaron las ventas netas de divisas al sector privado y la absorción a través de pases pasivos y Leliq.
Desde el lado de la demanda, el aumento se concentró en el circulante en poder del público, mientras que las reservas bancarias (cuenta corriente de las entidades en el BCRA y efectivo en bancos) registraron una disminución.
Por otro lado, desde el BCRA informan que la contribución positiva de los depósitos a plazo fue compensada por una contribución negativa de los depósitos a la vista, mientras que el aporte del circulante en poder del público fue casi neutro.
En términos del PBI, los agregados monetarios mostraron un cambio de tendencia a partir de julio, comenzando a revertir el fuerte proceso de monetización observado en el primer semestre del año.
“El crecimiento de los depósitos a plazo resultó similar al del mes previo, con variaciones mensuales que continúan ubicándose entre las más altas desde la salida de la convertibilidad. En términos nominales, completaron un aumento promedio mensual de 8%, equivalente a un crecimiento de 4,8% real”, cita el informe.
El crecimiento del mes estuvo compuesto tanto por las colocaciones de más de $ 1 millón como por las de menos de $ 1 millón, alentadas estas últimas por la suba de la tasa de interés mínima dispuesta a partir de agosto.
Distinguiendo por tipo de depósito, se comprueba que el impulso provino nuevamente de los depósitos en pesos, mientras que las imposiciones denominadas en UVA (tanto las tradicionales como las que tienen opción de cancelación anticipada) continuaron disminuyendo, en un contexto de desaceleración de la inflación.
Por su parte, los depósitos a la vista registraron una disminución de 0,4% en términos nominales y ajustados por estacionalidad (3,3% en términos reales), después de ocho meses ininterrumpidos de crecimiento.
De esta manera, el M2 privado continuó desacelerando su ritmo de expansión, tras el crecimiento récord de abril. En agosto, anotó un aumento de 1% en términos nominales y sin estacionalidad, lo que implicó una disminución de 2% en términos reales.
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