Luego de una semana de volatilidad cambiaria y complicaciones en los mercados, ayer se celebraron las PASO en Santa Fe. No solo eran relevantes porque es el tercer distrito electoral del país, sino además porque fue una de las provincias que acompañó a Mauricio Macri y le permitió llegar a la presidencia en 2015. La victoria del exgobernador Antonio Bonfatti como el candidato más votado y del peronismo como la fuerza con más apoyos relegaban a Cambiemos al tercer lugar. De esta forma, el gobierno nacional sumó su sexta derrota consecutiva en las primeras seis elecciones provinciales.
Ya escrutado el 30,81% de las mesas, Bonfatti, del oficialista Frente Cívico y Social, lideró las posiciones con el 32,2% de los votos como el candidato más elegido, seguido por Omar Perotti del peronismo (27,81%), José Corral de Cambiemos (16,92%) y María Eugenia Bielsa, también del PJ (10,77%). Se registra más de un 8% de votos en blanco.
No obstante, si se compara según espacios políticos, se impone la sumatoria de votos provenientes de la interna entre Perotti y Bielsa supera los 40% y se convierte en el más votado.
Un tercer lugar que preocupa
Si bien desde el Gobierno aspiraban a una elección pareja entre las tres fuerzas, lo cierto es que quedaron lejos de sus rivales a diferencia de 2015, cuando Miguel del Sel había quedado a las puertas de la gobernación, ya que perdió por solo 1496 votos. En 2017, además, Cambiemos había obtenido un gran triunfo en las legislativas, por lo que se esperanzaba con continuar por la misma senda, lo que finalmente no ocurrió.
Consumado este resultado, el riesgo para Corral es quedar relegado en medio de los dos principales candidatos. Es decir, que haya votantes de Cambiemos que prefieran votar al socialismo para evitar la victoria del peronismo. Un escenario similar al que ya sucedió en las elecciones de Neuquén y Río Negro, donde Cambiemos quedó en tercer lugar y las fuerzas provinciales superaron al PJ.
A pesar del lento escrutinio, Corral fue el primero de los candidatos en salir a hablar ante su público. Ante la tendencia inicial buscó igualmente ser optimista, ya que sostuvo que “no nos vamos a resignar”, y agregó que “lo de hoy fue un escalón. Hoy subimos un peldaño en esa escalera que va a llevar a Cambiemos a gobernar Santa Fe”.
La tendencia definitiva se conocerá por la madrugada del lunes. También quedarán por definir las candidaturas a intendente de Rosario y Santa Fe. El socialismo, que gobierna Rosario desde hace treinta años, tenía una interna muy pareja entre Verónica Irízar y Pablo Javkin.
Estas fueron las sextas elecciones provinciales con competencia en el año. Las anteriores fueron las generales de Neuquén y Río Negro y las PASO de San Juan, Entre Ríos y Chubut. En ninguna de ellas Cambiemos pudo anotarse una victoria. Y las próximas elecciones no son mucho más alentadoras. El 12 de mayo se votará en Córdoba, donde Juan Schiaretti llega como el gran favorito ante dos candidatos radicales, Ramón Mestre y Mario Negri. Y la semana siguiente los pampeanos irán a las urnas. Desde 1983 siempre gobernó el peronismo en esa provincia.
Tu opinión enriquece este artículo: