Las primeras medidas que anunció Sergio Massa apuntan al cumplimiento de las metas del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con ajuste para cumplir el déficit fiscal previsto y el financiamiento del Tesoro sin recurrir a la emisión monetaria. Promete, además, conseguir más de u$s 7000 millones entre liquidación de exportaciones y bancos internacionales en los próximos 30 a 45 días.
Pese a eso, en el equipo del flamante ministro reconocen que, de cara a la próxima revisión del FMI, se podría tramitar el primer waiver, es decir una dispensa o perdón del Fondo, por el incumplimiento en la acumulación de reservas. Pero descartan que haga falta en términos de déficit fiscal o financiamiento del Tesoro.
Tan sólo en julio se fueron u$s 2000 millones por los pagos de energía, señalan en el Gobierno, lo que sigue presionando a la pata del acuerdo que no se cumplió hasta el primer semestre, mientras que el resto de las metas estuvo alineado.
El contexto internacional, con la suba de los precios de combustibles por la guerra en Ucrania son el justificativo aunque en la última visita a Washington DC, Martín Guzmán acordó mantener las metas anuales pero modificar las trimestrales. Luego llegó la renuncia y los cambios en Economía, con una Silvina Batakis que poco después de presentarse en Washington DC se encontró afuera del Ministerio.
"Massa también anunció el fortalecimiento de las reservas internacionales del BCRA mediante incentivos a exportadores para que liquiden más divisas y el financiamiento del sector privado. Moody's considera que estas medidas son moderadamente positivas en términos crediticios, ya que el Gobierno argentino ha tenido grandes dificultades para sostener la consolidación fiscal", evaluó sobre los primeros anuncios Gabriel Torres, vicepresidente senior de la oficina de crédito de Moody's Investors Service.
Desde el exterior, las señales fueron mixtas. Mientras el Financial Times ponderó las primeras medidas de Massa, Moody's se mostró más escéptico. "En vista de la elevada volatilidad política en el país, se espera un escaso apoyo general a las políticas de austeridad antes de las elecciones presidenciales de 2023, lo cual seguirá debilitando la capacidad del país de cumplir con las metas del FMI, especialmente en materia fiscal", agregó Torres.
En un informe difundido este jueves, el FMI detalló las debilidades argentinas: existen elevadas vulnerabilidades de la deuda externa, las reservas internacionales precariamente bajas y la falta de acceso a los mercados internacionales de capital.
"Se necesitan políticas fiscales y monetarias más estrictas para garantizar los superávits comerciales proyectados y mejorar la cobertura de reservas, lo que a su vez es esencial para allanar el camino para el acceso a los mercados y la relajación del cepo", enfatizó el Fondo.
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