El dato de caída de la economía en abril sorprendió a más de un analista por lo malo del número. La menor actividad, que marcó en abril una disminución de 0,9% respecto al mismo mes de 2017 y una contracción desestacionalizada de 2,7% frente a marzo de 2018, de acuerdo con el Indec, fue calificada como "peor de lo esperado" por más de uno. Con estos números oficiales, algunos economistas ya empiezan a recortar sus estimaciones para el año, y las ubican entre 0,5% y 1%. Por ahora, el acumulado del año muestra un crecimiento de 2,4%.
La caída interanual de 0,9% de abril fue la primera desde febrero de 2017, cuando había disminuido un 2,1%. Cuando se pone en perspectiva el mensual desestacionalizado, de la baja de 2,7%, hay que remontarse hasta abril de 2012 para encontrar un mes casi tan malo: en ese momento la actividad se contrajo un 2,6%, también de la mano de una mala cosecha de soja. No obstante, los meses siguientes no registraron una evolución desfavorable, tal como se estima ahora por impacto de la corrida cambiaria.
La diferencia, entonces, es que la caída de abril de este año marcaría el inicio del período recesivo que se avecina, que ayer hasta el propio jefe de Gabinete reconoció que habrá (ver aparte).
La corrida cambiaria comenzó en mayo, por lo tanto el impacto de la mala performance de abril responde, casi en su totalidad, al rubro "Agricultura, ganadería, caza y silvicultura", que cayó un 30,8% en la comparación interanual. En concreto, la sequía afectó la cosecha de soja y dejó una producción de 36 millones de toneladas, un 37% menos que la campaña de 2017.
Lo decidió por recomendación de la Oficina Anticorrupción (OA), para evitar un posible conflicto de intereses y determinó que quien lo haga sea la vicepresidenta Gabriela Michetti.
Martín Kalos, de la consultora Epyca, dijo que el mercado esperaba que el resto de la economía todavía acompañara de manera de evitar la caída del PBI en abril. "Que la contracción económica haya comenzado en el cuarto mes asegura que ya todo el segundo trimestre del año es de contracción; el tercero está previsto que también lo sea y sobre el cuarto, si bien existe aún la esperanza de que levante, por ahora maneja un escenario contractivo", vaticinó.
Concluyó que de esta manera "está asegurado que la Argentina entra en recesión este año, con dos trimestres consecutivos de caída y que va a tener arrastre estadístico negativo para 2019".
Fausto Spotorno, de Orlando J. Ferreres y Asociados, recordó que el número que ellos elaboran también había marcado un mal escenario en abril.Desde Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez dijo que el número fue "peor que los privados, con una bruta caída desestacionalizada".
"Aparte de agro, los únicos que cayeron interanual fueron transporte y otras actividades", describió, aunque agregó que "en mayo puede que se sumen bajas en la industria y comercio". Por ahora mantienen su previsión de crecimiento de 0,8% para este año. "Aún hay que ver cómo da mayo y si no hay algún ajuste post en abril", dijo.
En cambio, Camilo Tiscornia de CyT Asesores sostuvo que con el número de abril, "ni en el mejor de los casos se llega a 1% de crecimiento; será de en torno a 0,5%".
En esta consultora estimaban entre 1% y 1,5%, pero ahora lo ven por debajo de 1%. "Veo muy difícil superar el 1% porque la recuperación con la próxima cosecha se da muy a final de año", dijo Tiscornia.
También Melisa Sala, de LCG, señaló que por ahora tienen un 0,6% de crecimiento para 2018, pero posiblemente el número de ayer los haga recortarlo.
En la misma línea, Gabriel Zelpo de Elypsis dijo que mantienen aún el 0,9% de previsión, pero "posiblemente haya revisiones a futuro".
En el Ministerio de Hacienda y Finanzas buscaron sacar el efecto de la cosecha gruesa en los números. "Excluyendo al agro, estimamos que la actividad económica en el resto de los sectores se encontró en abril 3,3% sobre el nivel de abril de 2017", aseguraron, frente a la caída de 0,9% que marcó el Indec.
Agregaron que "el buen desempeño de la actividad económica se encuentra difundido, ya que 12 de 15 sectores mostraron crecimiento interanual".
Para los próximos meses las perspectivas no son alentadoras desde las estimaciones privadas. "Esperamos un freno en la actividad en los próximos meses por la extensión del fenómeno de la sequía, el impacto de la depreciación del peso y los recortes del gasto público (específicamente en obra pública) para cumplir las metas fiscales", sostuvieron desde ACM.
Y añadieron: "En este escenario, revisamos nuestras proyecciones de crecimiento en torno al 0,4% para 2018 con un segundo y tercer trimestre negativos en materia de crecimiento y una leve recuperación en el cuarto".
Por ahora desde el Gobierno sostienen que el crecimiento de este año va a ser arriba de 1%, aunque frente al FMI prepararon las estimaciones fiscales con una previsión de aumento de sólo 0,4% del PBI en 2018.
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