Más allá de las previsiones del Gobierno en cuanto al comportamiento de las principales variables económicas para 2021, del Proyecto de Presupuesto que anoche se esperaba en el Congreso también se desprenden algunos aspectos interesantes.
Tiene como uno de sus ejes más interesantes la búsqueda de que el Estado se deje de financiar con recursos del Banco Central en la medida que lo hace hoy.
No espera que esto se produzca de un día para el otro, pero sí quiere que esto ocurra de forma paulatina.
Según explicó ayer el ministro de Economía, Martín Guzmán, el objetivo que se plantea ahora en el presupuesto es que buena parte del financiamiento se realice a través de la emisión de deuda pública en pesos, y ya no en dólares en el exterior, tal como anticipó cuando oficializó el acuerdo con los bonistas.
"La Argentina requiere robustez de reservas, al igual que la situación cambiaria", sostuvo ayer Guzmán.
En el proyecto oficial está previsto, sin embargo, que ese endeudamiento en moneda local, del total previsto para el déficit fiscal (un total de $1,7 billones, 4,5% del PBI), se cubra solo el 40% por esta vía. El 60% restante llegará a través de la emisión monetaria.
Si bien ese porcentaje continuará siendo alto, representará una disminución desde el algo más de 70% que hoy representa el financiamiento que llega vía el Banco Central.
"Vamos a un esquema de transición. Queremos hacerlo a una velocidad consistente para no chocar. Es algo que se irá modificando en el tiempo", afirmó Guzmán.
Otro aspecto interesante es que, según la visión oficial, en 2021 la situación de pandemia ya habrá finalizado, por lo que ya no será necesario, en principio, el apoyo estatal tanto a empresas como a personas en situación económica delicada.
Esto tiene que estrictamente con que en el presupuesto del año próximo desaparecieron tanto el ATP (apoyo a compañías para el pago de sueldos) y el IFE (subsidio a personas).
"De esta forma habrá fondos que se podrán volcar a cubrir otros puntos", destacó el titular de Economía.
Sin embargo, esta perspectiva tiene un asterisco. Guzmán explicó que está previsto que, en caso de que finalmente no se de por terminada la situación de pandemia, se podrá aplicar un plan de contingencia.
El de las tarifas es otro de los aspectos que quedarán encuadrados dentro del Presupuesto 2021.
Aquí se encuentran dos variables. La primera, que se irá a un esquema de actualización por inflación, es decir que acompañarán los precios, aunque en los planes oficiales no aparece la idea de subsidiar las tarifas.
El otro aspecto a considerar aquí es que se dispondrá de tarifas especiales para aquellos hogares que no estén en condiciones de pagar determinados montos, o que no puedan afrontar los aumentos que se dispongan.
De acuerdo con lo que dijo Guzmán al explicar los lineamientos generales del presupuesto, algunas de las cuestiones a las que se apuntó con este proyecto tienen que ver con la búsqueda de tener "un Estado con un rol activo, para empezar a recuperar la economía con políticas públicas.
Además, al referirse a la importancia que se le dará al sector industrial, sostuvo que se hará foco en la veta exportadora de las empresas, por lo que se buscará que las compañías cuenten con mayor capacidad productiva.
Esto tiene que ver con la necesidad del Gobierno de captar la mayor cantidad de dólares posibles, de modo de aumentar el nivel de reservas.
En cuanto a la creación de empleo, el proyecto de presupuesto oficial buscará darle mayor espacio al segmento de Infraestructura Productiva y Vivienda, que según Guzmán debería ser "el motor de la recuperación". En este sentido, además, una de las grandes apuestas es que este segmento de la actividad es uno de los que puede traccionar con más fuerza tanto la economía como la creación de empleo.
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