Lo que debiera ser una buena noticia, finalmente se parece bastante a un anuncio parcial, o al menos, desenfocado de la principal demanda que hoy tienen las pequeñas y medianas empresas que quedaron muy golpeadas por el parate de la economía.
El presidente Alberto Fernández lanzó hoy, por videollamada desde la Quinta de Olivos, el Plan de Reactivación e Inclusión Financiera para PyMEs, por un monto global de $ 57.500 millones.
Son cuatro líneas para inversión productiva y adquisición de bienes de capital, con tasas del 18 al 25% anual y hasta 7 años de plazo, con períodos de gracia muy convenientes.
Según fuentes oficiales, las líneas están destinadas a inversión en proyectos de mediano y largo plazo para los sectores industrial, agroindustrial y de servicios.
Pero lo que, en teoría, es una asistencia del Estado en momentos difíciles, fue recibido en el universo pyme con cierta cautela, a la espera de definiciones.
Admiten que son líneas adecuadas para empresas que ya recuperaron su nivel de actividad pre pandemia o están en camino de lograrlo, y en consecuencia, necesitan activar proyectos de inversión, ampliación o piensan adquirir maquinarias y equipamiento.
Pero advierten que hoy la principal demanda de las pequeñas y medianas del sector manufacturero es el acceso a capital de trabajo a bajas tasas y también refinanciar las deudas que acumularon con bancos y proveedores en estos meses.
"Más que un programa de inclusión financiera habría que avanzar hacia una refinanciación de pasivos", señaló Pedro Cascales, empresario del sector metalúrgico y secretario de Prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Marcelo Uribarren, titular de la Unión Industrial de Córdoba, dijo que "todo lo que sea crédito para inversión productiva y renovación de bienes de capital está bien", pero aclaró que "hoy lo más necesario es el capital de trabajo para recuperar stocks, comprar materias primas y pagar sueldos".
Por su parte, Miguel Rodríguez, fabricante de insumos para la construcción y secretario MiPyME de la Unión Industrial Argentina, señaló que "los créditos para adquirir equipamiento son una muy buena medida" pero puntualizó que es para firmas que están trabajando en niveles pre pandemia. "Para el resto, que son muchísimas empresas, hace falta capital de trabajo", recordó.
El paquete anunciado abarca cuatro líneas, una del Ministerio de Desarrollo Productivo, a través del FONDEP, para micro y pequeñas empresas y cooperativas, por hasta $ 15 millones por proyecto y otra línea para pymes que adquieran bienes de capital y construyan o amplíen sus instalaciones.
Una tercera línea, es para ampliar la capacidad exportadora y generar empleo, hasta $ 250 millones por empresa. Y una cuarta, para proyectos de desarrollo federal, con asignación por provincia, para comprar bienes de capital nacional, hasta $ 20 millones por proyecto.
Según datos de CAME el crédito total en el país llega al 15% del PBI pero las pymes representan sólo el 4% del producto.
Cascales explicó que "hoy la prioridad es mantener a las empresas de pie", de allí la importancia del capital de trabajo. Y recordó que "un tercio de las pyme no califican en una evaluación crediticia, como ocurrió con la línea al 24%" al comienzo de la pandemia.
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