Según Ecolatina, hay dos decisiones de política económica con las que el Gobierno afrontará el año 2021 y que tienen como contexto las elecciones de medio término que debieran realizarse, con o sin PASO, en octubre. Una es mantener el dólar calmo para moderar la inflación, con base en una abundante liquidación de agro-dólares y en el control de cambios e importaciones. La otra, será apuntalar el gasto de las familias a través de financiamiento barato, como por ejemplo el plan Ahora 12.
De acuerdo a la consultora, los efectos de esas dos apuestas generarán ganadores y perdedores durante el período.
Para Ecolatina, "los bienes durables" serán "los principales favorecidos" en ese escenario, algo que ya se vislumbra: "En efecto, tras sufrir un fuerte golpe en el momento más complejo del ASPO, las ventas de electrodomésticos, autos, motos, muebles e insumos vinculados al mantenimiento y reparación de la vivienda han venido mejorando sensiblemente, traccionando distintas ramas industriales. Si bien este "veranito" del consumo sería de corto aliento, de no mediar una corrección cambiaria abrupta -algo que no prevemos en el corto plazo- la reactivación de estos sectores se extendería".
La construcción se perfila como otro de los motores de la recuperación, dice el documento y explica: "Si bien la demanda de insumos del sector concluyó 2020 con una caída de casi 20%, durante los últimos meses ha mostrado una clara recuperación en "V" que le permitió superar con creces los niveles pre-pandemia. Además de esta dinámica, las menores restricciones a la actividad permitirán que una mayor cantidad de compañías reanuden paulatinamente sus obras en un contexto en que el costo de construcción al tipo de cambio financiero mantiene un gran atractivo".
La industria automotriz también estará entre los sectores favorecidos. "Por un lado, porque crecerá la participación de la producción local en los patentamientos frente a la recuperación de la demanda doméstica en un contexto de restricciones a las compras externas y de dólares oficiales. En sentido contrario, es probable que se reduzca la oferta importada de unidades de alta gama por un endurecimiento en la política comercial. En segundo lugar, esperamos un repunte en las ventas al exterior a partir de eliminación de las retenciones para las exportaciones que superen los niveles de 2020 y el mayor dinamismo del mercado brasilero", explica Ecolatina.
El trabajo de la consultora señala la existencia de sectores que tendrán un comportamiento dispar.
Uno de ellos es la agroindustria, que se enfrentará a los "efectos contrapuestos" de una merma en la producción producto de una sequía que recién ahora están atenuando las lluvias de enero y febrero y del repunte desde hace meses de los precios internacionales de las commodities agrícola. "Estimamos que la valorización de la cosecha de los principales cultivos subirá casi 15% este año, permitiendo incrementar el valor y la rentabilidad de los productores menos afectados por la seca. En un contexto de restricciones cambiarias y mejores condiciones de financiamiento, la mejora en los ingresos sostendría elevada la demanda de maquinaria agrícola, aunque no ocurrirá lo mismo con el transporte de carga, golpeado por los menores volúmenes de la cosecha".
Para la producción de petróleo "el panorama actual luce más favorable" que en 2020. Esto porque "la cotización mundial del crudo siguió mejorando empujada por la reactivación de la economía global" y porque además, "se recuperó el ánimo inversor". De todas formas," aun mediando un repunte en la demanda de hidrocarburos por la mayor actividad económica y los nuevos incentivos, la extensión de las restricciones al transporte y una menor movilidad general de la población impedirá recuperar los niveles pre-pandemia".
"Dentro de la industria la heterogeneidad seguirá siendo la norma. Esperamos que actividades fabriles asociadas al cuidado personal y la limpieza, laboratorios, petro y agroquímicos y madera consoliden la expansión de los últimos meses de 2020. Asimismo, la evolución favorable en la producción de durables, la construcción y el agro traccionarán la actividad de diversos encadenamientos fabriles, destacándose la siderurgia, metalmecánica, plásticos y minerales no metálicos. Por otra parte, actividades proveedoras del sector hidrocarburífero, como refinación y confección de tubos de acero, mostrarán un mejor desempeño, aunque todavía por debajo del promedio, al tiempo que la producción de alimentos sufrirá los menores volúmenes de molienda", detalla el trabajo de la consultora fundada por Roberto Lavagna.
Entre los "sectores que no se recuperarán del impacto de la pandemia", Ecolatina señala turismo, gastronomía, entretenimiento, cultura y servicios personales, que "seguirán operando por debajo de la pre-pandemia, incluso cuando la vacuna llegué masivamente a la población y las restricciones se relajen sensiblemente. En este sentido, es probable que la recuperación total en estos servicios no se observe hasta, por lo menos, 2022".
En contraste con lo esperado para el consumo durable más arriba, las perspectivas para el consumo masivo son desfavorables. "Dejando bien atrás el boom de los primeros meses del aislamiento generado por la incertidumbre y los temores de un potencial desabastecimiento, las ventas en estos canales han pasado a terreno negativo en términos interanuales o, en el mejor de los casos, se estancaron. Esta dinámica obedeció a la ampliación del menú de gastos de las familias tras la salida de la cuarentena en un contexto de fuerte deterioro del poder de compra (caída del salario real acompañado de destrucción de puestos de trabajo)", explica el documento.
Finalmente, otros bienes de consumo semi-durables, como indumentaria, textil y calzado, "tampoco lograrán despegar significativamente".
Ecolatina dice que en 2021 la suerte de estos segmentos seguirá condicionada por las posibilidades de recuperación del ingreso real, la normalización de los protocolos de venta al público y la menor cantidad de reuniones sociales en relación con la pre-pandemia.
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