Rapanui construye una nueva planta para ampliar las exportaciones de su producto estrella, los Franui, invento argentino que en menos de dos años llegó a 25 países, incluyendo destinos exóticos como Moldavia. Será la primera fábrica en la Argentina abocada casi exclusivamente a elaborar las frambuesas congeladas bañadas con chocolate y la primera de productos terminados que tendrá fuera de Bariloche la empresa, que nació como una chocolatería en la Patagonia y a la que la exvicepresidenta nombró en un discurso cuando preguntó "¿A qué hora cierra Rapanui?", haciendo referencia a su antojo dulce.
Se espera que el establecimiento, que tendrá 5500 metros cuadrados y demandó una inversión de u$s 8 millones, entre en funcionamiento en agosto. Desde allí, la marca exportará a América latina. "La nueva planta estará estratégicamente ubicada en la localidad de Fátima, en el kilómetro 66 de la autopista Pilar-Pergamino. Elegimos esta locación para minimizar costos logísticos para las exportaciones por su proximidad con Capital Federal", anticipó Leticia Fenoglio, CEO de Rapanui.
El proyecto surgió con el objetivo de convertir a Franui en un producto global. "Por eso, abrimos en 2020 una planta de Franui en Europa con una inversión de 3,5 millones de euros y este año, una segunda en Fátima para abastecer a toda América latina. Desde la de Valencia, España, lo hacemos al resto del mundo", señaló la ejecutiva, hija de Diego Fenoglio, fundador de la firma en 1996, quien, a su vez, viene de una familia con expertise en el rubro: es hijo de Aldo Fenoglio e Inés Secco, los creadores de Chocolates Fenoglio.
Al igual que la argentina, la planta europea -desarrollo que se pensó antes de la pandemia y se lanzó durante ella- tiene una ubicación estratégica para el suministro, al estar cerca de uno de los puertos más importantes de la región. Por mes, produce 150.000 potes en dos variantes: Franui con chocolate blanco y chocolate con leche, y Franui con chocolate blanco y chocolate negro.
Además, Rapanui cuenta con tres fábricas en Bariloche, dos certificadas libres de gluten y otra donde elabora alfajores y productos de pastelería. Y en el Mercado Central, tiene una planta procesadora de frutas que hace las bases de los helados que se procesan diariamente en cada una de las sucursales que la marca tiene a nivel nacional.
"La fábrica de Fátima será la quinta en el país y estará destinada en un 90% a la marca Franui y la exportación. Necesitábamos agrandar la capacidad y abastecer la demanda de diferentes mercados. Podremos producir más de 60 millones de potes con 300 colaboradores trabajando a tres turnos, triplicando la capacidad actual. Hoy, Franui está disponible en 25 países. Por ahora, no exportamos nada de la marca Rapanui", detalló Fenoglio.
En América latina, a través de distribuidores y de forma directa, la compañía vende Franui en Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Colombia y México, mercados a donde se ampliará la exportación desde Fátima. "Desde Valencia, hoy vendemos Franui en España, Andorra, Portugal, Italia, Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza, Islandia, Grecia, Marruecos, Moldavia, Arabia Saudita, Dubai, Israel y Rumania", señaló Fenoglio.
Para Rapanui, Franui es una categoría pionera en el mundo dulce. "Es un snack, una fruta, un chocolate congelado. Compite en el rubro de helados y postres por la forma en la que se exhibe, pero es para cualquier ocasión, haciéndolo versátil a toda situación y target", define la firma a su producto estrella.
Se trata de una receta que nació hace más de ocho años en la Patagonia, compuesta de frambuesas cultivadas por pequeños productores de forma regenerativa". "Las seleccionan y las clasifican a mano en el momento justo de maduración, para encontrar la acidez ideal. Luego, se bañan en dos dos capas de chocolate", describió Rapanui.
La apuesta busca también sortear la caída del consumo interno. "Vivir en un país con desafíos económicos presenta sus retos. Como en cualquier parte, encontramos la manera de adaptarnos y perseverar con innovación. Adoptamos estrategias para mantener la calidad: optimizamos procesos internos y diversificamos ingresos y mercados. Logramos crecer más del 20% en 2023", comentó la ejecutiva.
La próxima apertura será en Rosario en abril. "Lo comenzamos a reformar el año pasado, y como todos los otros locales, tendrá su propia fábrica de helados para garantizar la frescura y la calidad. Seguiremos analizando plazas y buscando 'casas con historias que contar', y así poder llegar a más lugares de la Argentina", anticipó Fenoglio.
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