Aunque en las últimas décadas, progresivamente, más mujeres se incorporaron al mercado laboral formal, al mismo tiempo, continúan absorbiendo la mayor responsabilidad en los trabajos no remunerados en el hogar que incluyen todo tipo de tareas en el ámbito familiar.
Más del 90 % de estos trabajos, que van desde tareas domésticas como lavar la ropa, limpiar la casa, hacer las compras o, incluso, la supervisión de personas contratadas para brindar cuidados, la planificación de turnos médicos, traslados y logística, son realizados por mujeres, que dedican el doble de horas por día en promedio (6,4 hs) a realizar trabajos de cuidado no remunerados frente a los varones (3,4 hs).
Además, si se suma el tiempo de trabajo remunerado y no remunerado las mujeres trabajan semanalmente 7 horas más que los varones. "Parece un título abstracto, resulta difícil explicar qué significa la política de asistencia de cuidados", asume Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), y explica que "se trata de tener una cantidad de disponibilidad de servicios para organizar la vida cotidiana".
Tradicionalmente, el cuidado ha sido tratado como una cuestión privada, como una responsabilidad particular de los hogares y dentro de estos de las mujeres. Durante el siglo XX, describió, las políticas públicas tendieron a reforzar el sesgo maternalista del cuidado al no estimular la participación de los varones en estas tareas ni a promover la corresponsabilidad.
"La vida cotidiana se resuelve personalmente con los recursos que se tiene y como se puede, pero esa gestión descansa en algo que no se ve y que es principalmente el trabajo no remunerado de las mujeres, al interior de las familias", marcó Gherardi.
En ese escenario, al momento que las mujeres ingresan al sistema de trabajo ya sea por necesidad o por deseo de desarrollo personal, profesional, se transformó la organización de la sociedad, surgió una "tensión" por la disponibilidad de tiempo: "el desafío de actuar en el mundo público y al mismo tiempo sostener la vida privada", planteó la especialista.
Las tensiones son parte del debate que inició este lunes en el marco de la Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe, que organiza cada tres años la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), en el Hotel Sheraton de Retiro.
Modelo en crisis ¿Hace falta una ley?
"Las mujeres que tienen más recursos compran esos servicios, y se acrecienta la brecha, en términos de género y socio económicos, porque impacta más sobre las mujeres y la niñez", dijo Gherardi en diálogo con El Cronista y planteó que "el modelo organizado bajo la idea de varón proveedor y mujer cuidadora, hace crisis por todos lados; ya no es seguro un sólo ingreso; no existe la continuidad laboral, ni el acceso a la seguridad social".
"Argentina necesita desarrollo, generar posibilidades de empleo para salir de una situación ya de declive creciente ni siquiera estancamiento", dijo la ejecutiva de ELA y advirtió que "la parte de población que más necesita derechos es la que asume compromisos de cuidado".
En ese sentido, contó que existen esfuerzos desde algunos espacios puntuales para articular los servicios comunitarios, educativos y de salud pero todavía no se logra conformar un sistema.
A esto apunta el proyecto de ley Cuidar en Igualdad, que envió el presidente Alberto Fernández al Congreso en mayo de 2022, y es "central" para pensar el desarrollo del país "con igualdad de género socio económica".
En ese sentido, Gherardi indicó que, en el arco legislativo, existe consenso "como definición de principios", incluso destacó que distintas fuerzas políticas presentaron iniciativas, sin embargo, "desde que se presentó este proyecto las presidencias de las comisiones no convocaron a ninguna reunión para darle tratamiento al tema", señaló.
Impacto económico
Según un estudio de Unicef y ELA, bajo el régimen actual, el 72% de los nacimientos no tienen ninguna cobertura de licencias por maternidad, ya que ocurren de madres desempleadas o inactivas (46%), trabajadoras independientes registradas o no registradas (20%), asalariadas no registradas (6%).
A su vez, dentro del 28% cubiertas, alrededor de un tercio corresponden a trabajadoras del sector público provincial o municipal, que excede al alcance regulatorio del gobierno nacional. Y, en el caso de las licencias por paternidad, la cobertura del régimen nacional vigente es de 2 días a cargo del empleador para trabajadores del sector privado y 15 días para empleados del sector público nacional.
En el caso de las licencias por adopción, el régimen nacional sólo contempla licencias para adoptantes en el caso de trabajadores del sector público nacional.
Un primer paso hacia la sociedad del cuidado apunta a la ampliación de las licencias que no sólo amplia la duración sino, además, incorpora a monotributistas, monotributistas sociales y autónomos, a través de la creación de una Asignación mensual equivalente al Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM) para gestantes, no gestantes y por adopción.
En término de presupuesto, se estima un incremento de un punto del PBI al pasar de 0,4% actual a 0,12 en 6 años y 0,14 a los 8 años.
Según cálculos del Kinsey Global Institute, si las mujeres tuvieran la misma participación que los varones en la economía, el impacto en el PIB de América Latina podría ser de u$s 2,6 trillones, o un aumento del 34% del PIB regional anual.
En la región, uno de lo único países que implementó una política en este sentido es Uruguay, hace 10 años, luego, para tomar modelos hay que mirar a Europa.
De acuerdo a la OIT una política que cubra para 2030 en Argentina el déficit de los cuidados en cantidad y calidad generaría en un escenario moderado cerca de 600 mil puestos de trabajo en el sector de educación, casi 450 mil en el sector salud y más de 780 mil en el sector de cuidados de larga duración.
Para dimensionar el peso económico, países que han calculado el impacto de las tareas no remuneradas en el PBI; encontraron que puede representar entre más de 16 y 23% del Producto Bruto Interno (PBI).
Debate de fondo
Este miércoles la Cepal presentará el documento "La sociedad del cuidado: horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género", donde se destaca la urgencia de implementar un cambio en el estilo de desarrollo para avanzar hacia una sociedad que reconozca tanto la interdependencia entre las personas, como entre los procesos productivos y la sociedad; "una sociedad del cuidado que ubique la sostenibilidad de la vida humana y del planeta en el centro del desarrollo".
El jueves 10 se darán a conocer dos documentos: "El financiamiento de los sistemas y políticas de cuidado en América Latina y el Caribe: aportes para una recuperación sostenible con igualdad de género", elaborado por la Cepal y ONU Mujeres, y "Romper el silencio estadístico para alcanzar la igualdad de género en 2030: aplicación del eje sobre sistemas de información de la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género en el Marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030", diseñado por la Cepal en el marco de dos órganos subsidiarios: la Conferencia Estadística de las Américas y la Conferencia Regional sobre la Mujer.
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