Arden los mercados y el presidente Mauricio Macri se apura a salir asociar la abrupta suba del riesgo país y del dólar a un posible regreso de Cristina al poder. Pero Martín Redrado, el ex titular del Banco Central, tiene una mirada más amplia y ajustada a la realidad a la hora de explicar los factores que dispararon esta nueva y difícil coyuntura. Para explicarlos, el economista y presidente de la Fundación Capital recibe a 3Días en sus oficinas del barrio de Belgrano al caer la tarde de otro día de furia financiera en la Argentina.
- Macri culpa de esta nueva situación a Cristina y al temor que le genera al mundo que la Argentina decida volver al pasado. ¿Es así?
-En mi visión, hay riesgo Cristina y hay riesgo Macri. ¿Qué disparó esta coyuntura? Una serie de factores. El primero, los números de proyección de tasa de inflación que muestran no solo en el índice de marzo sino también de abril, de mayo, las dificultades que hay para un gobierno que supuestamente mostraba ex ante capacidades como para poder derrotar el fenómeno inflacionario, entonces, primero es la incapacidad y el efecto que esto tiene sobre el tipo de cambio, porque tenemos una política cambiaria con muy pocos instrumentos como para poder administrar las subas que pueda tener el dólar. Lo único nuevo ha sido poder ponerle un techo en 51,50, pero hasta ahí hay un trecho muy largo y el impacto que eso puede tener en precios se retroalimenta.
-¿Qué más está generando este nuevo cimbronazo?
-Los números fiscales tampoco son buenos, con una recaudación que viene cayendo en términos reales por las perpectivas de crecimiento que se habían sobreestimado, con lo cual eso plantea hacia adelante preguntas sobre la sustentabilidad de la deuda, qué tan sustentable es este nivel de déficit sin crecimiento económico y, por lo tanto, la deuda. Y cuarto, las encuestas. Sin duda hoy hay mucha gente que se guía por ellas, pero yo creo que es prematuro porque la mayoría de los argentinos no está pensando en las elecciones. Sí es cierto que empresas, bancos de inversión y demás le demandan a los encuestadores que hagan encuestas y por lo tanto tienen que dar respuesta a este fenómeno.
- Bueno, la última de Isonomia que le da a CFK nueve puntos más que Macri en un ballotage causó mucho revuelo.
-La he visto, por supuesto, y es raro que no se haya filtrado la página anterior que dice cuántos son los indecisos, hay 60% de indecisos en esa encuesta, con lo cual la primer pregunta que hace el encuestador a ese 40% restante (60% dicen que no sabe) si tuviera que votar este fin de semana... y ahí vienen todas estas cosas que son demasiado hipotéticas y que han mostrado muchas falencias como lo hemos visto con las encuestas en el Brexit o en las elecciones de EE.UU.
-También es cierto que cuando se anuncian las medidas para paliar la inflación, en la previa del feriado largo y antes de esa encuesta, el riesgo país volvió a subir. ¿Sería ese el riesgo Macri que mencionabas antes?
-Ese era mi último punto. Yo al tema de las encuestas le doy un valor muy relativo, si tuviera que poner un porcentaje le daría un 10 o un 15% de los factores que mencioné antes. Yo mencionaría el tema del paquete de medidas junto con el primer punto, que es la falta de capacidad del Gobierno para doblegar el fenómeno inflacionario y que se ve además reflejado con un paquete de medidas muy pobre desde lo técnico. Es decir, si la respuesta para los temas inflacionarios es lo que yo llamo el "plan anestesiar", anestesiar el tipo de cambio y anestesiar las tarifas, sin duda eso es muy pobre y desde el exterior dicen "si este es el paquete para lidiar con la inflación, va a seguir alta, van a tener problemas con el tipo de cambio... ", todo se retroalimenta.
- Ahora, ese paquete de medidas estaba dirigido al público interno y a mostrar un gesto político de que algo se está haciendo para frenar los precios. ¿Por qué impactó tan mal afuera?
-Pero son todos vasos comunicantes, en definitiva, pensar que alguien puede hacer algo para lo interno y que no tiene repercusión internacional sobre todo que Argentina, lamentablemente, depende mucho del ingreso o no de capitales, es un país ingreso de capitales dependiente, con lo cual si se pensó que era solo para consumo interno sin una visión del marco internacional, hicieron un error de calculo.
- La forma casi vergonzante en que fue presentado el paquete por el Gobierno, ¿le quitó de arranque efectividad?
- Exactamente, sobre todo que a lo que se le dio más difusión es al famoso acuerdo de precios, que es bastante limitado, 60 productos, pero además, como esta gente no tiene voluntad controladora, lo termina haciendo mal. Porque esos productos hoy no aparecen en la góndola, algunos sabemos que recién van a estar a principios de junio, lo que muestra también en el Gobierno muchas dificultades en la instrumentación y eso genera nuevamente una brecha de credibilidad importante. En definitiva, todo esto lo que hace es minar una confianza que ya está muy exigua. Yo te puedo traer la mejor medida de política económica, el mejor proyecto y sino hay confianza en un gobierno, la medida se termina diluyendo.
- ¿Y se puede recuperar la confianza en un escenario tan volátil y de incertidumbre electoral? ¿O ya es tarde?
- Mi visión es que también hay un riesgo 11 de diciembre de 2019. Y si el Gobierno sigue diciendo que éste es el único camino y el camino es una recaudación que cae, dificultades para llegar a un déficit cero y además tener superávit el año que viene, dificultades para doblegar la inflación... Por ejemplo, sabemos que el Presidente el lunes en la reunión con empresarios habló de reforma tributaria pero no es específico de qué reforma tributaria habla, es decir, si no marca el rumbo, si marca más de lo mismo, después del 11 de diciembre hay un riesgo inherente en términos de la gobernabilidad hacia adelante. ¿Tendrá ese gobierno la capacidad de generar acuerdos? Digo, el que surja, porque va a ser un gobierno de minoría, y este gobierno no se ha caracterizado por la capacidad de armar acuerdos, con lo cual hay todo un factor de incertidumbre, por lo menos, en torno a cómo Argentina resuelve los problemas económicos de fondo que tienen que ver con la inflación y la falta de crecimiento. Si no tenés también un programa de crecimiento con reformas que marquen un salto de competitividad, que muestren que Argentina vuelve a una ruta de crecimiento, las cosas van a ser mucho más difíciles.
- Muchos economistas, y precandidatos también, coinciden que hay que renegociar el acuerdo con el FMI. ¿En qué términos hay que renegociarlo?
- Yo no lo planteo como una renegociación, si no ingresar en una nueva etapa de la relación con el Fondo. Lo natural es y esto por experiencia internacional- que los acuerdos stand by luego se transformen en acuerdos de facilidades ampliadas, que son acuerdos a tres años. Lo que debe hacer el próximo gobierno, más que hablar de renegociar, hay que ingresar en una nueva etapa. La etapa de stand by, de emergencia, ya terminó con este programa con el Fondo. Ahora hay que hacer un programa de crecimiento y de estabilización, porque también este programa con emisión cero no dio en el blanco, con lo cual plantea una discusión interesante en la profesión. Todos sabemos técnicamente que al final del día la inflación es un fenómeno monetario, pero no es solo un fenómeno monetario, por lo menos en nuestro país, en una economía que es bimonetaria, con lo cual hay que tener un enfoque integral, también para resolver el problema de la inflación. Acá hemos tenido un plan de emergencia antidefault y ahora lo que hay que hacer es, el gobierno que asuma el 10 de diciembre, plantear un programa de estabilización y crecimiento, tener los acuerdos parlamentarios y el sustento político como para implementarlo y luego sentarse con el FMI para ver la implementación, en un programa de tres años. Pero le quitaría dramatismo, es cierto que quizá algunos políticos hablando de renegociar y demás en un ambiente tremendamente sensible porque en el fondo de la película está qué es lo que Argentina va a hacer con su deuda y el país tiene su historia de no cumplir con sus compromisos-, eso genera mayor ruido. Pero yo lo veo con naturalidad y además lo sé por haber hablado con los técnicos del FMI: ellos saben que esto va para un programa de largo plazo y que lo natural es ir a un programa de facilidades ampliadas.
- La aparición de una tercera fuerza con chances de romper la grieta, ¿podría estabilizar la situación económica de acá a octubre?
- Sin duda, si uno tuviera y creo que en esto hay que darle tiempo a esta tercera fuerza o alternativa de centro progresista, que pueda ser más amplia que Alternativa Federal, habrá que esperar todo el mes de mayo a ver cómo terminan de definirse las elecciones a gobernador en las distintas provincias, si se vuelca o no el peso político a armar una coalición, un "Cambiemos" centroprogresista, un "Cambiemos" socialdemócrata.
- Vos sos muy elogioso de la figura de Lavagna. ¿Es la persona que podría encarnar mejor esa tercera alternativa?
-Yo tengo gran respeto y siempre he aprendido mucho de Roberto Lavagna. Creo que es uno de los pocos estadistas que hay, es un hombre que tiene una visión estratégica de la Argentina, pero esa va a ser una decisión personal que va a tomar él y por lo tanto no hay que adelantarse. Yo he decidido seguir trabajando en la profesión.
-¿No volverías, llegado el caso, a la función publica?
-Lo que ocurre es que cualquier cosa que diga yo de un candidato u otro, me genera dificultades en términos de la tarea diaria que hago con mis clientes porque, a pesar de que uno trabaja siempre desde su credibilidad profesional, una carrera de más de 30 años, siempre pueden quedar las dudas de si uno trabaja para un espacio político u otro y desde qué lugar opina. Me parece que la tarea hoy de economistas profesionales es trabajar en los contenidos. Yo veo una falencia muy grande en qué es lo que hay que hacer a partir del 10 de diciembre. Decir cuáles son las soluciones para la Argentina, estoy trabajando con mi equipo en decir qué tenemos que hacer en materia tributaria, en materia de exportaciones, de mercados externos, de modernización laboral, de reingeniería del sector público, y bajarlo a cosas concretas. Ese es el mejor aporte que podemos hacer quienes no vivimos de la política sino de nuestra tarea profesional. Y ahí hay un espacio donde me parece que la clase política está más pensando en cómo ganar las elecciones que en qué hacer el 11 de diciembre. El aporte es desde las ideas, decir esto tiene salida, no tiene por qué terminar en una crisis y por lo tanto transitar por ese andarivel.
- Volviendo al dólar y al techo que se le impuso, ¿tiene poder de fuego el BCRA para que no se dispare por fuera de la banda?
-Muy poco. Tiene solo el nivel de tasas de las Lelicq, que tienen su canal de transmisión a los depósitos a plazo fijo, pero eso es un canal débil y en algún momento, lamentablemente, no hay tasa de interés que pague por quedarte en pesos. Lo que vengo advirtiendo en conversaciones privadas, para que el Gobierno tome los recaudos del caso es que la clave para mirar el mercado cambiario, primero, es las ventas externas de bonos, como lo hemos tenido hoy (por el miércoles) que eso se traslada al mercado cambiario. También estamos viendo los pagos de los cupones en pesos que no se renuevan en pesos sino que se van a dólar, y los depósitos a plazo fijo, que son u$s 21.000 millones, y eso desde la dinámica de periodos electorales vos lo que tenés en un traspaso de plazo fijo a la vista y de la vista a dólares. Por ahora no empezó, mi visión es que en algún momento, sobre todo en un escenario electoral reñido, que esa tensión la vas a tener y a menos que haya una línea contingente o un adelantamiento de fondos del FMI
- ¿Los 9600 millones no alcanzan?
- Es muy poco, u$s 60 millones por día es 10% o menos de lo que mueve el mercado cambiario por dia con lo cual...
- O sea, van a necesitar una ayuda extra si tienen que salir a frenar el dólar.
-Claramente, un poco alertando también a los funcionarios del Fondo que dicen bueno, que llegue a 51,45 y después hablamos. Y por ahora, yo entiendo que los funcionarios públicos deberían estar también preocupados en esto, y se los he advertido en privado, y luego en público, para que tomen los recaudos del caso. Los veo, por ahora, que sienten que tienen el respaldo del FMI, no sé en base a qué, pero cuando también he tenido charlas con los funcionarios del FMI, ellos creen que el tipo de cambio tiene que ubicarse entre lo que ubique la oferta y la demanda pero, que llegado el caso, en $ 51,50 puede haber mecanismos adicionales. Yo creo que a veces esos mecanismos llegan tarde, ahí hay un problema de timing en la ejecución, cuando uno tiene un problema de tensión cambiaria en el horizonte es mejor cortarlo de cuajo. Y esto no lo estamos viendo.
- ¿Se llega a octubre con el "plan llegar" como llamás al plan del Gobierno?
-El tema es como se llega. Mi visión es que se llega porque desde el punto de vista de gobernabilidad, un gobierno lo que necesita es pagar sus compromisos y está claro que los compromisos los puede pagar, y que la calle esté en paz. Y está claro que este gobierno en términos de gasto y subsidio social, a mi juicio, ha hecho muy poco para transformar los programas de subsidio en programas de empleo, hemos terminado con subsidios sociales cada vez más onerosos desde el punto de vista del gasto público, pero eso ha servido como una anestesia en términos de contención. Esos son los dos factores para poder garantizar que el plan llegar, llega.
- ¿Qué previsión tienen ahora para la inflación 2019 en Fundación Capital?
-Un 40,7%, con la salvedad de que el tipo de cambio sigue a la tasa de inflación, es decir, que no se adelanta. O sea que el proceso de dolarización es un proceso ordenado y no disruptivo.
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