En el Gobierno esperan ansiosos que transcurra esta corta semana: entre mañana y el miércoles el Indec dará a conocer una serie de indicadores que en los pasillos oficiales vaticinan mostrarán una evolución positiva. Datos de la evolución de la industria, construcción, actividad económica y pobreza (de fines de 2017) mejorarán, de acuerdo con los pronósticos que se manejan por estas horas. En cambio, los de la canasta básica de febrero, de la mano de un fuerte IPC para ese mes, que llegó a 2,4%, se encontrarán entre los que no tendrán una buena performance.
Si bien la posibilidad de llegar a pobreza cero, tal como era el slogan de campaña macrista, luce como una utopía, los indicadores que difunda el Indec el miércoles deberían dar mejor que el 28,6%, último dato disponible que corresponde al primer semestre de 2017. Estuvo relativamente mejor, tanto en materia de empleo como en materia de precios, identificó Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). Entre los factores que ayudaron fue que sobre fin de año se dieron los últimos aumentos salariales, también los incrementos que surgen por ley en las jubilaciones y asignación universal, sostuvo.
No obstante, la pobreza estaría en niveles similares a los de 2015, año en el que recibió su mandato Mauricio Macri. De acuerdo con datos de la UCA, en ese año afectaba a un 29,7% de la población, que subió a 32,9% en 2016, y se ubicó en 28,6% al tercer trimestre de 2017.
Otro aspecto que señaló Salvia es que la indigencia casi no se habría modificado. El relevamiento que hacen marcó que 5,7% de población que no llegaba a recibir los ingresos necesarios para cubrir su alimentación en 2015, que se incrementó a 6,9% en 2016 y disminuyó muy poco en 2017, a 6,4%.
Para el Indec, el primer semestre de 2017 la pobreza afectó a 28,6% de los argentinos y, la indigencia, a 6,2%. Martín González-Rozada, economista y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, proyectó (sobre la base de datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec del tercer trimestre y una proyección para el cuarto) que en la segunda mitad del año pasado la pobreza se redujo a 25,8%. La medición oficial puede dar parecida a mi proyección o no, lo sabremos el miércoles, advirtió.
Salvia encendió luces de alerta con el comienzo de este año. El escenario de relativa mejora a fines de 2017 se frenó en el inicio de 2018 ya que se estancó un poco la creación de empleo (sobre todo en el sector industrial) y se reactivó la inflación, señaló.
Otro de los indicadores, como el de actividad económica, debería marcar un alza interanual en enero. Para Orlando J. Ferreres se incrementó un 4,4%; desde el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) hubo una mejora de 4,1%; y, para la Consultora Ledesma, el aumento alcanzó un 3,5%, y se verifica que la inversión fue el componente más dinámico de la demanda. En tanto que también vale la pena resaltar la esperada desaceleración del consumo privado y un perceptible mejor desempeño de las exportaciones.
Los datos relacionados con la construcción conocidos hasta ahora también marcan una buena performance en febrero en la variación interanual. Según la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) se despacharon 916.019 toneladas, lo que representa un incremento del 14,3% en relación a febrero de 2017. No obstante, frente a enero hubo una baja de 11%.
En la industria, el repunte de la producción automotriz pero también el buen desempeño en sectores como bienes de uso intermedio, con eje en la siderurgia, explican que febrero vaya a registrar un incremento en comparación con igual mes del año pasado.
Por ahora, los datos privados así lo muestran: para FIEL la variación interanual en febrero llegó a 8,6%; en Orlando J. Ferreres y Asociados el número es similar, de un aumento de 8,5% en comparación con febrero de 2017.
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