Luego de un mandato completo en el que Mauricio Macri se encargó de manera insistente de pedirle un esfuerzo extra al ciudadano de a pie para que pagara abultados aumentos de tarifas eléctricas en pos de ir disminuyendo gradualmente el nivel de subsidios del Estado al sector, la taba cambió y el gobierno de Alberto Fernández volvió a recurrir a una de las principales estrategias del kirchnerismo en los 12 años que gestionó el poder: ponerle un techo a las tarifas eléctricas a partir de un plan de subsidios que, también pandemia mediante, se extenderá por lo menos hasta fin de año.
Así, en pos de contener los precios de la luz, el Gobierno destina $ 681 millones por día al programa "Formulación y Ejecución de la Política de Energía Eléctrica", que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo y que en apenas siete meses y 10 días del año ya agotó todo el presupuesto que tenía previsto para 2020.
De los poco más de $ 140.000 millones previstos, en 223 días exactos se llevan devengados más de $ 152.000 millones, es decir, un 108% encima de la previsión inicial. Al ritmo que va la partida, el gasto total del año se ubicaría en torno a los $ 240.000 millones solamente en concepto de subsidios eléctricos, un 170% del cálculo inicial. Medido en dólares, a $ 77 la cotización según el Banco Nación, representan unos u$s 1974 millones por año que se desembolsan para subsidiar la electricidad.
Los datos a los que accedió El Cronista provienen del sitio oficial Presupuesto Abierto, que distingue entre cada programa de la Secretaría de Energía, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo. También se contemplan allí los subsidios a las tarifas del gas, a través de la partida denominada "Formulación y Ejecución de la Política de Hidrocarburos, por los que el Tesoro paga los programas de subsidios a la oferta de gas natural y Gas Licuado de Petróleo (GLP).
En el caso de los precios del gas, el nivel de ejecución de la partida es mucho más moderado, ya que se ubica en torno al 61,9%, en línea con el recorrido de 2020: poco más de $ 31.300 millones de los $ 51.050 millones establecidos para todo el año. También, como en el caso de los subsidios eléctricos, el ejecutado se toma en relación al presupuesto de prórroga que el Gobierno utilizó este año, a la espera de que el Senado le dé aval total al proyecto de ampliación de los fondos de ese ejercicio, que ya tuvo media sanción en Diputados.
Otros programas de la Secretaría de Energía también muestran un nivel de ejecución más adecuado a la etapa del año que transcurre. El programa que refiere a la asistencia financiera a empresas públicas, por ejemplo, lleva en estos meses una ejecución del 70%: $ 6567 millones de los $ 8021 millones estipulados.
En otros casos, el aporte presupuestario viene siendo nulo. No se giraron fondos aún, por ejemplo, para la partida correspondiente al Desarrollo Energético Provincial, que tenía previstos $ 1105 millones para todo el año.
Las restantes tres partidas de programas que integran la Secretaría también vienen con cierto nivel de retraso en el giro de pesos. Por ejemplo, las "Actividades comunes" llevan devengadas el 42% de los $ 1185 millones presupuestados. En el caso de las "acciones para la ampliación de redes eléctricas de alta tensión" se gastó el 43,78%: $ 283 millones de los $ 648 millones previstos. Y finalmente, en las "acciones para el uso eficiente y racional de la energía", se devengaron $ 62 millones de los $ 148 millones que integran la partida.
Cambio de estrategia
La sucesión de un gobierno a otro representó, cómo sucedió después de 2015, un giro brusco en la política de subsidios al sector. Por caso, el primer presupuesto para el extinto Ministerio de Energía y Minería que proyectó el ex presidente Mauricio Macri fue de $ 72.000 millones, en 2016. El plan de 2015, ideado por el gobierno de Cristina Kirchner, estipulaba fondos por $ 78.700 millones, casi un 10% más de lo que prevía Macri un año después.
En la presidencia de Macri, alineado con su plan de ir reduciendo el aporte estatal en subsidios a las facturas de luz, el costo se trasladó principalmente a los usuarios, que pagaron facturas abultadas sobre todo en los dos primeros años de la gestión.
La última proyección del macrismo para el sector fue el año pasado, con fondos estimados en $ 146.000 millones. Esa partida, con pequeños cambios, fue la que adaptó el actual gobierno para 2020, aunque ya superó esa previsión en sólo siete meses y se perfila para seguir aumentando el gasto en el último cuatrimestre.
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