Nadie fue indiferente. Incluso en los silencios. Los primeros en hablar fueron los mercados, que acusaron el impacto de las provocadoras declaraciones de Alberto Fernández al anunciar que, de llegar a la Presidencia, "vamos a dejar de pagar los intereses de las Leliq para subir un 20% las jubilaciones". El silencioso fue el Gobierno.
El dólar saltó más de 40 centavos, para cerrar en $ 44,80. Además de las dudas sobre las Leliq, también sacudió la mirada acerca del valor del peso, que Fernández señaló con un retraso impulsado por el Gobierno. Esto no conmovió tanto a la oposición como una relativa advertencia que llegó en la mañana de ayer del FMI.
Cuando lo consultaron por las declaraciones del domingo a la noche de Fernández, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, Alejandro Werner, dijo en una conferencia de prensa, que están "terminando de entender las distintas ofertas" que se ofrecen de cara a las presidenciales de octubre. "Tenemos que entender de manera más integral estas propuestas. No sería prudente responder de manera prematura lo que leímos en el periódico. Necesitamos entenderlo mejor, la congruencia del marco fiscal que están pensando", enfatizó el funcionario del Fondo.
Anoche, Fernandez continuaba explicando que no postulaba un default del instrumento. Pero volvió a centrar la atención sobre ese punto. Y sobre el dólar contenido. "No quiero vivir en un país que le paga lo que paga de intereses a los bancos. No es razonable, es imposible entender que un país frene ficticiamente el dólar pagando estas tasas siderales de interés a los bancos", dijo en un acto en La Matanza.
En tanto, Werner había sido consultado durante una conferencia de prensa que se ofreció en Washington para hablar de las perspectivas económicas para América latina. Allí, destacó que hay convencimiento de los distintos líderes políticos locales en que el calendario de reformas de la economía debe mantenerse, aun si hay cambio de autoridades en diciembre.
Por eso, consideró que fundamental "la continuidad de las políticas que están incluidas en el programa" que firmó la gestión Macri con el FMI, aunque no descartó que puedan "sumarse otras políticas complementarias para acelerar el proceso de crecimiento". Y remarcó que si bien existe incertidumbre política, y que es uno de los factores que frenan la recuperación no solo en Argentina, sino también en Brasil y México; el crecimiento económico es el eje del paquete diseñado y en marcha.
Para la Argentina, ve "una reactivación desde el 3° trimestre de este año", de la mano de un repunte de la producción agrícola y el restablecimiento gradual del poder adquisitivo de los consumidores, tras la marcada comprensión de los salarios reales el año pasado. Se prevé que la inflación continúe descendiendo, aunque, "como la inflación ha sido más persistente, las tasas de interés reales deberán permanecer en niveles más altos por más tiempo".
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