Ante las restricciones del mercado cambiario, los argentinos siguen encontrando en los viajes la forma de dolarizarse. En ese sentido, en la balanza, pesa más la brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial -impuesto solidario incluido- y los otros mercados legales, que las prohibiciones y riesgos que aparejó la pandemia de coronavirus.
Así como en los últimos días se reactivó un 30% la demanda de aéreos para volar el año próximo a Europa, muchos ya planean sus vacaciones de verano de 2021 para el Caribe y Brasil. Incluso, cuando la reanudación de vuelos a esos destinos -en especial, el país vecino- todavía es incierta.
En AlMundo, las ventas al Caribe crecieron un 70% en paquetes y un 58% en alojamiento en lo que va de junio versus mayo, con un gasto promedio de u$s 1300 por persona, con dos a cuatro pasajeros por compra.
Los destinos más requeridos son el caribe mexicano y dominicano: Punta Cana (República Dominicana), Cancún (México), San Andrés (Colombia), Miami (Estados Unidos), Playa del Carmen (México) y Cuba (Varadero y Cayo Coco), en ese orden.
La empresa también registró un aumento de la demanda de tíckets aéreos en los últimos días, sobre todo, para Miami y Cancún. El valor promedio de un pasaje para Miami ronda en los u$s 470, aunque, si se toma como punto de origen a Santiago de Chile (Chile), se reduce a u$s 336.
En tanto, para Cancún, la tarifa cuesta aproximadamente u$s 590 (desde Santiago baja a u$s 300), mientras que para Punta Cana sale alrededor de u$s 695.
AlMundo ofrece, desde esta semana y hasta el 28 de julio, beneficios y planes de financiación, que incluyen descuentos de hasta el 45% y 10 cuotas sin interés con tarjetas de crédito de algunos bancos, para viajar desde distintas ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y el norte argentino. Las promociones incluyen, además de vuelos y estadías, una rebaja del 10% en actividades y alquiler de vehículos.
"Hay una tendencia marcada hacia la preferencia de hoteles que ofrecen el régimen all inclusive, aunque varía según el país", dice Erika Schamis, head de Paquetes y Media de Almundo.
En Despegar, los destinos de playa se destacan entre los más buscados. "El incremento fue del 40% en las últimas semanas, principalmente, para Punta Cana, Cancún y San Andrés", comenta Paula Cristi, gerente general de Despegar para la Argentina y Uruguay.
Además, la número uno de la firma sostiene que Brasil es muy demandado por los argentinos siempre y se mantiene en los primeros lugares de las búsquedas en la plataforma, con Río de Janeiro y Recife como los favoritos, desde que se reavivaron las consultas.
Para el Caribe, Despegar ofrece paquetes por un 25% y un 35% menos que el precio regular: se consiguen, por ejemplo, siete noches en San Andrés, con vuelo, alojamiento, traslado desde y hacia el aeropuerto, y asistencia a $ 54.583 por persona; seis noches con las mismas prestaciones en Cancún a $ 69.245 por persona, y vuelo y alojamiento en Río por cinco noches por $ 28.960 por persona.
Por su parte, Avantrip registró un fuerte aumento de la demanda para Brasil, con Río a la cabeza, que, de acuerdo a la compañía, "impulsó la primera ola de compras a partir de la estrepitosa caída". Desde la última semana de abril, la "Ciudad Maravillosa" concentró un 85% de las compras de destinos brasileños.
El fenónomeno se explica en base a dos variables: la aparición de ofertas de vuelos para la temporada alta y el alza del dólar blue. "Se activó la demanda por el surgimiento de pasajes a valor de temporada baja, entre u$s 300 y u$s 350, con flexibilidad y sin penalidades por cambio de fechas. Ahora, se encuentran desde u$s 260 para noviembre y diciembre de este año (con Impuesto PAIS incluido)", analiza Nicolás Posse, gerente de Producto, y añade: "Lo curioso es que estas condiciones superaron el miedo y la precaución por la crisis sanitaria que aún acosa a la ciudad".
En tanto, Cancún está segundo en el ránking de ventas de Avantrip y Punta Cana, séptimo. "Por lo general, Cancún no integra el top-5 de destinos preferidos, pero le roba protagonismo a otros tradicionales, como Nueva York (los Estados Unidos) y Barcelona (España), con tarifas que giran en torno a los u$s 490. Tomando en cuenta que el clima en estas playas no varía demasiado de una temporada a otra, la recepción de parte de los argentinos fue excelente", reconoce Posse.
"El caso de el Caribe es distinto. Desde la segunda quincena de mayo, empezó a llegar información referida a que la hotelería caribeña ya cumple con los protocolos sanitarios y realizó inversiones para garantizar la prevención en los traslados y los espacios de recreación. A diferencia de Brasil, en estos destinos, hay un control del virus y no hubo un rebrote que se haya informado", afirma.
Al contrario de lo que ocurre con Europa, destino para el cual los turistas están comprando los vuelos y postergando la reserva de hospedaje para más adelante, las agencias señalan que en los sitios de playa los hoteles cumplen un rol fundamental. Por eso, en este caso, la compra se da de forma conjunta: se contrata el vuelo y el alojamiento al mismo tiempo.
En el caso de que se aplace el regreso de los vuelos al extranjero debido a la extensión del aislamiento obligatorio, las empresas ofrecerán opciones de cambio y devoluciones flexibles para que los viajeros reprogramen sus vacaciones para cuando se "normalice" la situación y se reabran las fronteras, sin costos extra.
En Avantrip, remarcan que, aunque depende de cada compañía, hay cada vez más flexibilidad y aconsejan ponerse en contacto con la agencia para aclarar dudas. "Recomendamos que ante cualquier consulta llamen al call-center para verificar las condiciones de compra si no termina de quedar en claro el detalle en el canal online. En circunstancias como la instalación del impuesto PAIS y la compra en medio de la pandemia, el llamado ofrecer tranquilidad y celeridad en la toma de decisiones", menciona Posse.
Las cadenas hoteleras empezaron a diseñar medidas de protección para que los pasajeros se alojen tranquilos, con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se reforzó la limpieza, especialmente en las áreas comunes de los establecimientos, y se incorporaron normas de seguridad en los espacios gastronómicos, como la separación de las mesas y la amplitud de los horarios para que no se acumulen los comensales.
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