Los Grobo entraron en incumplimiento por colocaciones de US$ 12,5 millones, Agrofina por US$ 9 millones, Albanesi por casi US$ 20 millones. Celulosa está reestructurando deuda y Aconcagua energía entró también en impago en junio pasado.
¿Por qué hay empresas complicadas de negocios en auge como el campo o la energía? ¿Estamos ante un fallo sistémico?
“Hay situaciones diversas en el tema de los defaults privados, pero me parece que priman negocios que sí funcionan pero se potenciaban con el anterior contexto de tasas negativos”, analiza Anibal Casas Arregui de S&C Inversiones.
Incluso, muchas de estas empresas tienen créditos bancarios que también están complicados y potencian el efecto negativo en el sistema, pero para Casas Arregui no es algo para alarmarse.
“Creo que la lectura del fenómeno es clara: está mostrando que si no tenés un negocio real se te va a hacer muy complicado seguir ganando plata vía licuación vía inflación y cuando la ganancia pasaba por ese negocio financiero. Hay otros negocios reales que sí tienen valor, que habrá que buscar cómo financiar”, razona.
Y da un paso más: “el inversor deberá ser mucho más selectivo en donde se involucra”.
Y cierra con un llamado a la calma de los afectados: “que una empresa tenga un default no significa que no vas a recuperar nada. De hecho, en muchos casos se gana más si se espera. Hay que analizar caso por caso pero bajo ningún punto de vista veo que esto sea un riesgo general, no es sistémico”.
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