Fusionando expertamente el savoir-faire artesanal y el estilo pop, la colección se inspira en dos movimientos artísticos de la segunda mitad del siglo veinte: el arte graffiti y el neoexpresionismo. Estas tendencias urbanas y subterráneas se aventuraron en territorios creativos nuevos y establecidos, incluidos los museos y galerías de Nueva York.
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