No es novedad que los containers están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana: ya los hemos visto en forma de casas prefabricadas, invernaderos, oficinas y ¡hasta como piletas!.
Y es que además de su originalidad y su bajo costo -si se lo compara con algunas construcciones más tradicionales-, el auge de esta tendencia radica en el menor tiempo de obra y en un tema que nos atraviesa a todos: la sosteniblidad.
Es por eso que Erica, una joven canadiense de 27 años y muy comprometida con el medio ambiente, decidió sumarse a este boom que no para de crecer y compró esta casa de dos plantas hecha con contenedores marítimos, con el fin de ubicarla en las afueras de su ciudad en medio de una frondosa vegetación.
La caja negra cuenta con un total de 53 mts cuadrados en los que se distribuye un mini living con chimenea, una cocina-comedor cancherísima con todos los utensilios y electrodomésticos necesarios, un baño con ducha y un dormitorio súper cómodo con salida a un mini balcón en la planta alta.
Los espacios de guardado resultaron uno de los ítems principales cuando se planificó el diseño de esta casa que comenzó siendo de fin de semana. Y es que, en un lugar en el que cada centímetro cuenta, la funcionalidad ocupa un rol casi protagónico.
La cocina tiene detalles deco que marcan tendencia esta temporada: grifería negro mate, alacenas pintadas de gris oscuro, jaboneras de diseño, una ficus pandurata y una bellísima lámpara de fibras naturales que aporta un toque natural súper cálido.
El dormitorio cuenta una cama king size para dos personas y tiene una predominancia del color blanco. Pero el mayor atractivo es la salida directa al mini balcón con silloncitos espíritu chill out ideal para relajar y desconectar de la rutina diaria.
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