“Las agencias/estudios se están reinventando, no solamente en el mundo, sino también a nivel local. Hoy prácticamente no hay límites reales entre publicidad, diseño, marketing digital, contenidos audiovisuales y demás disciplinas. La gente interactúa con una marca de diversas formas, hoy pueden hacerlo a través de Facebook o Instagram, mañana no sabemos... Esta lógica de adaptarse o morir termina siendo una ventaja con la que corremos las empresas de menor estructura respecto a una agencia de mayor envergadura: nosotros podemos mutar mucho más rápidamente y esa es la oportunidad”, dice Maurelio Páez, director creativo del estudio Piña que asegura que puede construir una visión propia para la comunicación de una marca.
“Lo de siempre ya no funciona, para nosotros creatividad es sumar realidad aumentada a un banner de pie o proponer un mini documental para mover una marca en una plataforma de crowdfunding. El objetivo para 2016 es consolidar nuestra idea de convertirnos en un estudio que trabaja y propone cosas que escapan del pedido original pero que responden a él de manera mucho más eficaz, principalmente porque confiamos en nuestra creatividad”, culminan.
Entre sus cuentas principales se destacan: FCA, Emecor, Sinnarq, Freguglia Carpas, Grupo Cardenas, Fundación Hacer Hogar, Clínica Aire, Delik, Los Tekis y Formar ONG, entre otros.
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