Es sábado al mediodía y en la plaza principal de Pilar –la que colinda con la iglesia–, suena una chacarera del Rally Barrionuevo. En unos stands blancos relucientes, productores hortícolas ofrecen el fruto de su esfuerzo directamente al consumidor. Perfectos brócolis, relucientes espinacas y redondas lechugas se exhiben en el mostrador.
La gente compra mientras pasea y pasea mientras compra.
“Este espacio me enorgullece. No sólo nos une como productores sino que también nos genera un ingreso adicional. Hoy en día, prácticamente estamos pagando el arriendo de las tierras con lo que ganamos en la feria. Estamos muy contentos”, cuenta Sonia Rodríguez.
La productora trabaja junto con su marido, Mario Méndez, en un campo que la familia arrienda muy cerca de Pilar. La mujer de 34 años asegura que la tarea no es fácil. Los insumos que utilizan están cada vez más caros, tanto la materia prima para la producción, como las semillas que son importadas.
También revela que sufre cada vez más inseguridad. Que cada dos por tres, vándalos ingresan al campo, roban los cables de las bombas eléctricas que utilizan para regar, así como llaves de paso y todo lo que encuentran a la vista.
El valor de la tierra es otra cosa que aumenta sobremanera. Sonia asegura que los dueños de los terrenos cobran los arriendos a precio soja o directamente se niegan a alquilar. Sin embargo, con las ferias que cada 15 días se realizan en la plaza de la ciudad, esta productora y muchos más pueden mejorar sus ingresos y pagar el costo del alquiler de la tierra.
“Acá ofrecemos los productos al precio justo. Es un equilibrio entre el valor de la verdulería y el Mercado de Abasto. Nosotros creemos que este precio es el justo que necesitamos y gracias a eso muchos podemos pagar el alquiler”, sostiene.
Sonia destaca el carácter asociativo que tienen los productores de hortalizas de Pilar. Calcula que son alrededor de 30. “Acá se logró algo que en otros lugares no se pudo hacer. Somos muy compañeros. Todos los sábados, vamos a una sola quinta. Si hay que sembrar, sembramos. Si hay que desmalezar, lo hacemos. Y ese productor puede terminar con una tarea, en un solo día, porque lo hacemos todos juntos”.
También se organizan para recibir capacitaciones. “Hacemos talleres para saber qué está permitido y qué no en el uso de los agroquímicos”, destaca y adelanta que el grupo está comenzando a implementar la agroecología.
Destacan el espacio que se abrió, gracias al trabajo asociativo, el apoyo de ingenieros agrónomos y del Municipio.
Los productores ofrecen las hortalizas de estación: brócoli, espinaca, acelga, lechuga, cebollines. Y se preparan para la próxima temporada. Pronto, en los blancos mostradores, se verán zapallitos, berenjenas, pimientos y tomates. La primavera y el verano también tendrá su espacio exclusivo, cada 15 días, en esta neurálgica plaza de Pilar.
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