Estudió su profesión en la ciudad de Córdoba y al terminar sus estudios, por motivos personales retornó a su Río Cuarto natal. El hecho de llegar e instalarse nuevamente en la ciudad la condujo a trabajar en cualquier otro rubro, menos de lo que a ella tanto le apasionaba.
“En ese momento cuando volví a Río Cuarto conseguí un buen trabajo que me daba una tranquilidad económica pero no me llenaba y ya cuando vas sin ganas o cuando ya te pesa no está bueno. Entonces dije no, yo estudié, no es esto lo que yo quería y empecé con la fotografía”, cuenta Romi.
Otro punto importante que la hizo salir de su zona de confort fue el hecho de convertirse en mamá de Salvador, quien ya tiene nueve años: “Fui mamá y una de las cosas que me impulsó a decidirme era eso, no querer perderme momentos con mi hijo. Yo ahora en mi trabajo acomodo mis tiempos y estoy muchísimo más presente en el día a día, y hoy por hoy lo sigo eligiendo mil veces, estoy feliz con la decisión de haber tomado coraje y hacerlo”
Luego abrió su cuenta de instagram para publicar sus trabajos y apostar al boca en boca, y aunque asume que el primer tiempo la tuvo que “remar”, hoy en día cuenta con variedad de clientes y tiene su propio estudio de fotografía.
A su trabajo lo define como espontáneo, documental y minimalista, sin dejar de capturar lo que surja en el momento y el hecho de dejarse llevar, siempre con el respeto y consentimiento de las personas que fotografía así como también la conexión que se logra con las familias en las diferentes sesiones.
Afirma que uno de sus trabajos favoritos son los documentales de parto: Hay algunas familias que son como mis preferidos porque estuve en el parto del primer hijo y estar presente en ese momento y dejarles el recuerdo de esas fotos es súper emocionante, porque además en ese caso estuve en todos los acontecimientos de ese niño, parto, primer año, bautismo, cumpleaños siguientes”. También participó de un momento muy especial en el parto de su mejor amiga, bebe de la cual Romi actualmente es madrina.
Sus retratos son innumerables, desde sesiones new born, primer añito, bautismos, algunos eventos grandes como cumpleaños de 15 o casamientos y las sesiones de navidad, entre otras.
Con respecto a las sesiones new born, Romi realizó una capacitación que te enseña a maniobrar a los bebés para que sean sesiones seguras. “Hay muchos estilos y yo voy fluyendo y encontrando mi propio estilo que es más natural y minimalista tratando de que se resalte más el bebe o el niño o la familia, siempre conversando para que las familias también se sientan cómodas porque es un recuerdo que les queda para siempre”, detalla.
En todo este tiempo ha conseguido tener la confianza de sus clientes, que para cada evento, aniversario o nacimiento se contactan con ella para que retrate los momentos más especiales, como las sesiones “Cakes Smash”. “Cuando cumplen el primer añito, por lo general ya los conozco por haberlos fotografiados cuando nacieron, entonces para el añito solemos hacer fotos en estudio con la torta, los globos y toda la preparación y dejamos que los niños fluyan para crear ese recuerdo tan especial. Porque generalmente ellos no recuerdan pero cuando pase el tiempo y se ven en esas fotos les encanta verse”.
Romi salió de su zona de confort para dedicarse a lo que realmente la llena y lo logró completamente, aunque le gustaría también poder expandir un poco más la rama del cine y cortometraje, complementándolo a la fotografía claro, todo acompañada de su modelito favorito, Salvador.
Tu opinión enriquece este artículo: