La localidad de Obispo Trejo, en el departamento Río Primero, forma parte del corredor turístico del nuevo Parque Nacional Ansenuza, siendo uno de los portales de ingreso al mismo. Por eso, en el último año comenzaron a trabajar en diferentes alternativas turísticas para atraer a los visitantes que se dirigen al Parque Nacional.
En ese sentido es que la propuesta será poder ofrecer una alternativa que conjugue la gastronomía tradicional con la floricultura, debido a que es uno de los tres únicos puntos provinciales en donde se lleva a cabo esta actividad.
Así es como se trabaja en el acondicionamiento de una vieja casona, donde tiempo atrás funcionó una escuela y hoy es utilizada como sala de poscosecha de las flores.
La idea es que los turistas pernocten en Obispo Trejo para que al despertar puedan disfrutar de un tradicional desayuno campestre. Luego se los guiará en un recorrido por los diferentes invernaderos en donde se siembran y cosechan distintas variedades de flores de corte, pudiendo realizar la actividad: cosechar y armar sus propios ramos que podrán llevarse como souvenir de su paso por la localidad.
La jornada podrá cerrar con un almuerzo campero y a ello se suman muchas ideas más en las que trabaja todo un equipo con el objetivo de poder ofrecer una experiencia única y diferente a los turistas.
En visitas que ya se realizan por los ocho invernaderos, la opinión de la gente es altamente favorable.
Caminar entre las flores es una experiencia sensorial que desconecta, que transporta, que inunda los sentidos de aromas y colores. Sin dudas, una experiencia para vivir, una terapia, dicen quienes realizan la actividad.
Sobre Obispo Trejo Florece
Obispo Trejo Florece es un proyecto de economía circular que permite la generación de ingresos genuinos directos a 12 familias, beneficiando indirectamente a muchas más. La producción se realiza en ocho invernaderos de 400 metros cuadrados cada uno (siendo uno del doble de tamaño).
Comenzaron en enero de 2020, poco antes de la pandemia, y el primer ciclo de producción de flores se produjo durante el confinamiento, en medio de videollamadas y una campaña impulsada por el Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC para regalar flores al personal sanitario, quienes se encontraban en la primera línea de lucha contra el Covid-19.
Desde el Gobierno Provincial, la idea es que el proyecto se replique en más localidades del interior: "La importancia del proyecto radica no sólo en una actividad productiva distinta que aporta a la sustentabilidad del territorio, sino en el impacto social con oportunidades de empleo y de ascenso social a parte de la población más vulnerable", asegura Jorge Dutto, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC.
Las mujeres floricultoras se han organizado en una cooperativa de trabajo y reciben asesoramiento profesional de manera permanente además de capacitaciones de la Universidad.
El negocio de las flores
Actualmente producen y venden 120 mil varas o flores de corte por año (alrededor de 15 mil por invernadero), siendo el fuerte los bulbos de lilium seguidos por statice, anthirrinum (conejito), crisantemo, alelí, helianthus, dianthus, craspedia y lisianthus.
La comercialización se realiza en la ciudad de Córdoba y parte en la zona de Obispo Trejo. La producción se vende en su totalidad en cada ciclo, sin lograr satisfacer la demanda total del mercado.
En Córdoba se exportan semanalmente flores de Ecuador o Colombia donde el 70 por ciento de las rosas que se comercializan, por ejemplo, son ecuatorianas debido a que la demanda local no logra satisfacerse con lo que se produce en el país.
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