Jose Aparicio (vocero del grupo) se muestra feliz por la convocatoria en tierras de la familia Peschiutta, “Chacra Viarava”, en calle 26 sur de Colonia Caroya. Allí decenas de vecinos se reúnen con una misma misión: trabajar bajo el abrasador calor de febrero para plantar casi 600 árboles en un solo día.
La iniciativa de Nativas Caroya abruma en un primer momento por los números: al finalizar el día llegaron a 590 ejemplares plantados, regados e identificados.
"Ha sido una decisión hermosa y muy valiente de la familia Peschiutta de destinar una hectárea para embellecer el lugar, devolver un poco de biodiversidad a Colonia Caroya”, dice Aparicio.
Las tierras donde desde 1878 se instalaron los inmigrantes italianos que fundaron Caroya, era monte de la zona el espinal cordobés, y se fue desmontando para construir viviendas y transformer la tierra en zona productiva (los inmigrantes se organizaron en lotes con acequias para producir frutas, verduras y hortalizas).
Ahora, muchas de esas tierras no se usan, o se convierten en loteos para viviendas habitables, pero, hay un grupo de vecinos que reserva espacios para los montes urbanos.
“Con el avance de la civilización y de la frontera agrícola, cada vez tenemos menos de monte en la provincia, se habla de un 3% ( aunque ese dato es antiguo ya) estamos cerca de sostener solo un 1% de nuestro monte”, nos relata José.
“En agosto del 2023 se hizo algo similar a lo de hoy, plantando 500 unidades de árboles nativos, en el campo de Jorge Bracachini, la idea es que todos los espacios ociosos vuelvan a tener una función, y si hay familias dispuestas a ceder una partecita de su tierra para ello, bienvenidos sean”
cuando se habla de función ecosistémica se refiere a captar la tierra de una tormenta de viento, a devolver la frescura de la ciudad y alimentar y proteger los animales, especialmente pájaros.
“Las opciones son tres, nos quejamos y no lo manifestamos, nos quejamos en redes sociales, o ponemos manos a la obra para remediar”, destaca el ambientalista.
A la agrupación se sumaron familias vecinas, incluidos jóvenes y niños que son conscientes de que están heredando un planeta colapsado, maltratado y que si no accionamos ya no habrá nada para resolver, será muy tarde.
Algarrobos, espinillos, chañares, manzanos y duraznos de campo y moradillos fueron algunas de las especies plantadas. “Vale la pena conocerlos muchos son llamativos por sus flores, su follaje,dan mucha sombra y reservan agua en su suelo, hay árboles que dan frutos comestibles que sirven para todos los seres vivos”.
Seguirán con la creación de un monte urbano y bosques de bolsillo con fines turísticos. Ya realizaron un corredor biológico en la calle 52 de la misma ciudad con 200 árboles nativos.
“La idea es invitar a quienes tienen ganas y que tienen conciencia a que ocupen las cazuelas de sus veredas.Se relevó la ciudad detectando más de tres mil espacios de vereda vacíos“.
Por su lado el dueño de la chacra, Ignacio Peschiutta, dijo que era idea de la familia crear el bosque y todo se fue dando para organizar la jornada junto a Nativas…
Somos respetuosos del entorno, ya plantamos árboles con especies propias de nuestras sierras en el ingreso al predio el cual está destinado a recreación, el turismo y la vida en la naturaleza.
.
Tu opinión enriquece este artículo: