La selección Argentina de fútbol es la principal protagonista de la actualidad. Sin negar ni desconocer la realidad del país, su desempeño en el mundial nos proporciona una sensación de alivio y alegría. Y nos posiciona a nivel mundial de una manera positiva.
En este equipo hay depositada una alta dosis de esperanza, y nos brinda la posibilidad de mostrarnos al mundo como ganadores y no como un país que ocupa los peores puestos en los rankings mundiales de inflación y riesgo país.
Los empresarios no estamos exentos de este sentimiento. Sin embargo, nos convoca un análisis más profundo de las variables que hacen que este equipo haya llegado tan lejos en la copa del mundo.
Objetivos claros y comunes
El seleccionado argentino tiene un objetivo claro: “Ser campeón del mundo”. A esto en las empresas le llamamos visión.
La visión define cuál es nuestro objetivo a largo plazo. Nos marca el rumbo. En función de ello, precisamos metas, asignamos recursos y orientamos la estrategia.
Para esto entrenó la selección argentina durante 4 años. ¿Cómo hace una empresa para orientar sus esfuerzos si no tiene claro este objetivo de largo plazo?
Además de la visión, necesitamos tener una táctica. La táctica, aplicada al fútbol, son todas las acciones que se pueden realizar para sorprender (combatir) o contrarrestar (neutralizar) a los adversarios.
A diferencia de la estrategia, la táctica es lo referido a cada partido en particular y a cómo resolver, sobre el transcurso de los hechos, los problemas.
La responsabilidad de la táctica recae sobre los entrenadores, en la medida que ellos pueden hacer modificaciones en el momento de la planificación.
Como en el fútbol, las empresas deben tener su propia táctica. Ya sea para sostenerse en el mercado o para seguir creciendo de cara a la competencia.
Acá, los responsables de la táctica son los mandos medios, aquellos que tienen la tarea de convertir la estrategia empresarial en táctica y poder transmitirla a su equipo para que la materialice.
Las empresas deberán tener la flexibilidad de adaptarse y cambiar la táctica si fuera necesario. Estamos en un entorno tan cambiante e incierto que una táctica dura y rígida puede no ser una buena opción. Es por ello que los mandos medios deberán tener esa capacidad de adaptación a los cambios para poder gestionar los equipos y lograr buenos resultados.
Visión, táctica y…¡Equipo!
En un equipo debe haber posiciones muy bien marcadas y cada una con sus responsabilidades definidas (arquero, lateral, mediocampista, defensor).
Cada jugador con habilidades futbolísticas diferentes, estratégicamente seleccionados para ese partido donde hay 11 personas en una cancha, y están todos los detalles perfectamente pensados.
¿En nuestras empresas tenemos los roles y responsabilidades de cada "jugador" definidas? ¿Le asignamos las tareas a cada uno? ¿Saben cuál es su rol dentro del equipo? ¿Les asignamos las funciones contemplando sus habilidades y capacidades y se las potenciamos? ¿O a los zurdos los obligamos a practicar con la derecha hasta que conviertan el gol? ¿Los seleccionamos cuidadosamente del mercado? ¿Los elegimos pensando en el equipo o es una suma de individualidades?
Números, cálculos y métricas
En el fútbol moderno se miden las jugadas, las posibilidades, se establecen promedios, se miden los aciertos y los errores, se mide la performance de cada jugador y del equipo en su conjunto y se analiza al equipo contrario. Todo se mide, y luego se define y redefine la táctica en función de eso.
En la mayoría de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) en ocasiones ni siquiera existen registros de la totalidad de ingresos y egresos. Tampoco hay porcentajes de rentabilidad, ni cantidad de producción, eficiencia, etc.
Mucho menos se hace un análisis de mercado y de la competencia cada vez que emprenden o bien cuando quieren lanzar un nuevo proyecto.
Desde luego que hacer todo esto no asegura el éxito, porque también depende de otros factores, pero nos ofrece muchas más probabilidades de hacer una gestión de éxito y más eficiente.
Cada empresa de la Argentina está jugando un partido difícil, duro, lleno de obstáculos.
Qué creen que haría nuestra selección ante un partido difícil: ¿Abandonar o seguir dando pelea hasta el final para volver a levantar la copa del mundo?
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