Una vez que terminan las clases, el mismo dilema se suele presentar en la mayoría de los hogares. ¿Qué hacemos con los chicos en vacaciones?
Una de las corrientes propone aprovechar el tiempo para que los más pequeños puedan descansar, levantarse tarde y estar en familia. La otra recomienda actividades con pares, más descontracturadas, pero sí supervisadas y regladas.
Para las especialistas del Centro de Atención Integral (Ceatin), de Río Segundo, todo depende de la dinámica de cada casa y aclaran que el descanso en el adulto es distinto al de los niños.
“Los adultos necesitamos relajarnos y frenar en vacaciones. Los chicos, en cambio, por su nivel de desarrollo cerebral, precisan un estímulo organizado. Quizás no exigente ni con un horario fijo. Pero sí precisa una guía, una propuesta lúdica. De lo contrario nos encontramos con que no pueden hacer nada solos”, explica Evelina Fontana, licenciada en psicología y especialista en neuropsicología.
Fontana asegura que se debe analizar caso por caso: “Todo depende de la propuesta que se da desde la casa. Si se hacen planes en familia, ir a la plaza, dormir, es un buen descanso. Pero muchas veces pasa que las vacaciones de los chicos no coinciden con las de los padres. O falta tiempo. Entonces los chicos se pasan todo el día frente a las pantallas. Ahí sería bueno que tengan una propuesta lúdica, de descanso, organizada”.
A partir de esta inquietud surge el taller de Verano Creativo “Infancias activas y divertidas” de Ceatin. Está destinado a pequeños de 3 a 5 años, aunque también se reciben más chicos. Existe otro grupo de 6 a 10 años que está sujeto a disponibilidad.
Tres especialistas en psicomotricidad, psicología y fonoaudiología proponen actividades sensoriales y literarias, estimulación en el lenguaje y habilidades sociales.
“Nuestra propuesta de taller es descontracturar todo lo que implica la escuela, con sus actividades y hábitos que los chicos tienen todo el año. Hacer otros tipos de actividades, enseñar a través del juego”, agrega Evangelina Iacono, especialista en fonoaudiología. "Un verano rodeado de pares favorece el ingreso al nivel inicial", sostienen.
Por su parte, Soledad Zapata –licenciada en psicomotricidad– expresa que los talleres tienen recesos y una carga horaria limitada para que los más chicos no se cansen. Se trabajan habilidades sociales y creativas: saber esperar, escuchar y comunicar necesidades sin llantos o caprichos. “Son habilidades sociales adaptativas. La capacidad de adaptación a diferentes situaciones”, agrega Zapata.
Esta alternativa a las tradicionales escuelitas de verano dará clases en enero y febrero.
Los interesados pueden escribir a taller.infancias.activas@gmail.com o llamar (03572) 155-02961.
Por otra parte, el profesor Emanuel Martínez dicta clases de natación en la piscina de Ceatin. La actividad está destinada a niños de 3 a 12 años. De esta manera se suman campamentos, desayunos y propuestas recreativas para este verano.
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