La ciudad de Pilar alguna vez fue reconocida por sus tradicionales parrillas, ubicadas sobre la ruta nacional 9, caracterizada además por su frondosa arboleda.
Varias de ellas aún persisten, pero los nuevos hábitos (entre ellos menos viajantes) y la construcción de la autopista Córdoba-Rosario, inaugurada en 2010, hicieron que el flujo de potenciales clientes se dispersaran. Con ello, la ciudad dejó de ser la parada obligada de camioneros, viajantes y turistas.
Ahora, Martín Capogrossi, del local gastronómico Un tal Harrison, en la ciudad de Pilar, y Fernando Aichino, el sommelier de la vinoteca Tasca, en Río Segundo, buscan recuperar algo de aquella vieja identidad. Y prometen reinstalar a la región como una opción de calidad gastronómica dentro del mapa de Córdoba.
Un tal Harrison ya dio algunos pasos en ese sentido: estar incluido en los principales recomendadores turísticos, como Tripadvisor y Appetizer. “La gente nos puso ahí”, destaca el dueño del local.
Con ese espíritu, proponen eventos gastronómicos diferentes, con el objetivo de trascender los límites de la región. Se trata de Sabores del Norte, Vinos en altura.
“Ofrecemos una degustación con cinco menús y cinco vinos distintos. Está todo pensado para que sea un viaje sensorial”, dice Martín Capogrossi. Y añade: “La gastronomía es un pilar económico y cultural de la ciudad. Con estos eventos pretendemos que también apuntale al turismo”.
“No existimos en el mapa gastronómico de Córdoba, por eso queremos hacer propuestas de calidad que nos posicione”, explica el dueño de Un tal Harrison.
Capogrossi reconoce que, para instalar a Pilar como una opción turística, no alcanza solo con iniciativas privadas. “Hay que enriquecerla desde el Estado municipal. Pilar debe ofrecer atractivos para que vengan personas de otros lugares”, propone.
Hasta aquí, Tasca y Un tal Harrison han realizado degustaciones de vinos. Ahora, en conjunto, lanzan esta nueva propuesta gastronómica.
Sinergia entre el vino y la comida
Según cuentan a InfoNegocios los artífices del evento, la propuesta combina distintos sabores, acompañados cada uno de ellos con el vino adecuado. En el mundo de los sommelier esto es conocido como maridaje.
“Es un maridaje acorde a los ingredientes de cada menú”, explica Aichino.
Previo al evento, previsto para el 28 de agosto, comenzarán las rondas de prueba, donde se apreciarán los cinco platos.
Esa noche se podrán probar, entre otros menús, chutney de hongos serranos sobre hojaldre y damascos caramelizados; sorrentinos de osobuco en salsa de pimiento asados, y helado de palta, mermelada de tomates y espuma de limón sobre masa quebrada.
Los organizadores señalan que se trata de porciones equilibradas. “Les garantizamos que se van a ir bien comidos y bien tomados”, dice Capogrossi.
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